El río Tajo, a su paso por la ciudad de Toledo.
El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS), José Manuel Claver, ha recordado que el próximo lunes se cumplen 35 años de la inauguración del trasvase, y recordó que fue con un gobierno de UCD de Adolfo Suárez, el 31 de marzo de 1979, y se recibió el agua «de tapadillo».
Claver recordó que no hubo entonces ninguna fiesta ni acto de recepción de la primera agua de la cabecera del Tajo al embalse del Talave y sólo unos ingenieros involucrados en las obras fueron los que estuvieron allí, momento que fue inmortalizado en una fotografía en blanco y negro en la que ni se aprecia quién estuvo allí.
«Nunca se ha reconocido» este hecho tan importante para el Levante español, recuerda Claver, quién remarcó que este hecho revolucionó el sureste español con un crecimiento económico y turístico vital no sólo para esta tierra, sino para el país, «de ahí la necesidad de su mantenimiento y potenciación».
El túnel del Talave fue una obra de ingeniería de las más importantes de la época, con 32 kilómetros de longitud a 150 metros de profundidad.
Un estudio estima que el PIB nacional recibe una aportación de 2.364 millones de euros gracias al trasvase, y que 103.461 empleos directos dependen de él, gracias a los 11.467 hectómetros cúbicos -Once billones y medio de litros de agua- que se desembalsaron desde entonces para regar 132.723,21 hectáreas netas, y que supusieron 403 millones de euros para la cuenca cedente, a razón del 45% para Castilla-La Mancha, el 33% para Madrid, y el 22% para Extremadura.
Además asegura el abastecimiento urbano de las provincias de Alicante y Almería, y el de la Comunidad de Murcia, abasteciendo a 2,5 millones de ciudadanos y a más de 3 millones en épocas de turismo estival.
El Acueducto Tajo-Segura supone una ruptura de ciclo emigratorio. Por ejemplo, en el caso de la provincia de Alicante, el volumen de población se ha multiplicado por dos desde la década de los 70, con un aumento del 111,3%, mientras que en Murcia se ha elevado en torno a un 80%.
El SCRATS lo único que ha organizado para el próximo lunes en que se cumplen 35 años del trasvase es colocar ese día y durante seis meses el eslogan «Trasvase Tajo Segura, agua que nos une» en unas vallas ubicadas en las playas de la zona y en las provincias cercanas al acueducto como la de Cuenca, así como anuncios publicitarios rememorando la fecha.
El Trasvase Tajo-Segura es un proyecto concebido durante la II República por el Ingeniero de Caminos Manuel Lorenzo Pardo, con el objetivo de llevar recursos a aquellas zonas donde mejor se puedan aprovechar. Es decir, desde una zona con abundante agua pero con un entorno climático adverso, como es el altiplano de La Mancha, a una zona con una climatología favorable pero con poco agua, el sureste de la península ibérica.
La construcción de esta gran infraestructura se pospuso hasta el año 1966 y 13 años después, en 1979, se terminó la obra convirtiéndose en un hito de la ingeniería española. Tiene 292 kilómetros de longitud río a río y otros 80 kilómetros adicionales de cada uno de los canales de riego.