El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, ha destacado que el proyecto escultórico de Cristina Iglesias que se está levantando en la plaza del Ayuntamiento con motivo del Año Greco es la aportación de esta generación al patrimonio de la ciudad y un homenaje al río Tajo.
García-Page ha visitado las obras que se están realizando para instalar un proyecto escultórico que tiene el agua como protagonista, con un río que aparece y desaparece, según ha explicado la escultora, quien ha añadido que se está trabajando a toda máquina para que el 7 de abril esté al menos «visible», tras el retraso por la aparición de restos arqueológicos.
El alcalde ha explicado que esta obra supone la «gran aportación de esta generación, junto con la adquisición de la obra de Chillida», al patrimonio de la ciudad.
«Toledo es la suma de permanentes influencias culturales, y sería un error histórico que esta generación no dejara una huella en la arquitectura, en la cultura, en el diseño, en el patrimonio de la ciudad», ha asegurado.
Tras señalar lo arriesgado de situar la obra en «el corazón de la ciudad», Page ha subrayado que supone un homenaje de la escultora y de la ciudad al río Tajo.
Y espera que esto sirva para que renazca la sensibilidad de los toledanos hacia el río cuya agua, ha dicho, se la termina llevando Murcia a través del trasvase, que ahora cumple 35 años.
El alcalde también ha destacado que la escultura se financie a través de patrocinadores privados.
La escultora Cristina Iglesias, por su parte, ha explicado cómo será la obra, un río que aparece y desaparece.
Primero el agua discurre por un cauce durante unos 10 minutos, luego se vacía otros tres o cinco minutos para después retornar e inundar no solo el cauce sino también toda la extensión de la fuente, durante cinco minutos en los que el agua será como un espejo donde se reflejen los edificios de la plaza.