El PP en el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan presentará en el Pleno del próximo 8 de abril una moción para que toda la corporación condene las diferentes agresiones que se han producido a raíz del cambio de gestión de la empresa municipal Aguas de Alcázar.
Según ha denunciado el portavoz municipal, Ángel Puente, la moción es consecuencia de la aparición de carteles en los que se reproducen fotos de los concejales del equipo de Gobierno «con una mirilla de francotirador» delante de sus caras.
Puente ha recordado que, a este hecho se une la agresión física sufrida por el alcalde, Diego Ortega, cuando se encontraba con unos amigos en un bar; la agresión verbal a la responsable de prensa del Ayuntamiento, Concha Lobo, y a su hija discapacitada tras el pleno en el que se aprobó la incorporación de Aqualia a la empresa mixta que gestionará el servicio, o los insultos públicos a concejales.
«A mí me han llamado ‘delincuente’ mientras daban golpes en la mesa de un restaurante en presencia de mi mujer y mi hija pequeña», ha subrayado el portavoz del gobierno municipal.
Con esta moción se pretende que todos los grupos rechacen este tipo de incidentes que ahora están sufriendo los concejales del equipo de Gobierno y trabajadores municipales, pero que por cualquier otra circunstancia también pueden sufrir los ediles de la oposición.
«Los grupos políticos no deben alentar estas actitudes, sino mostrar de forma clara su rechazo a la violencia, por lo que entiendo que la moción tendrá el apoyo unánime de la corporación», ha aventurado Puente.
A su juicio, esta moción se presenta «en un momento muy oportuno», porque «ahora ha sido el agua, después será la postura contraria a la instalación de una empresa de valorización de residuos, que ya se ha explicado que es segura y luego llegará una plataforma de servicios sociales o de lo que sea», ha dicho.
En cuanto al inicio de la gestión mixta de Aguas de Alcázar, Puente ha indicado que el pasado lunes se aprobaron las cuentas de 2013, que no difieren prácticamente de las del año anterior, y se rescindieron los convenios jurídicos y técnicos que quedaban entre la empresa y el Ayuntamiento, para que la nueva empresa mixta, Aqualcázar, empiece a funcionar «con el contador a cero».
Sólo queda la firma del contrato entre el Ayuntamiento y Aqualia en notaría y llevarlo a escritura pública, previsiblemente a mediados de este mes de abril.