Nunca olvidará la fecha del 2 de julio de 2012, día en el que recibió una llamada que le proponía acudir al Líbano para participar en el contingente sanitario de la misión «Libre Hidalgo XVIII» de la ONU. No lo dudó ni un momento, dijo sí al instante.
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El facultativo de Urgencias del Hospital General «La Mancha Centro» de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) Francisco Javier López Carmona acaba de recibir por esta acción la Medalla al Mérito en la Iniciativa Social de Castilla-La Mancha, que concede por segundo año el Gobierno regional a aquellas personas o entidades que hayan fomentado los valores de altruismo, la solidaridad, la tolerancia y la libertad y que destaquen en su desempeño en las áreas de voluntariado, acción social o cooperación al desarrollo.
En declaraciones a encastillalamancha.es, aseguraba que para él ha sido «todo un honor» recibir este reconocimiento, «no me lo esperaba pues creo que muchas otras personas son más merecedoras que yo». En este sentido, resaltaba el trabajo que realizan los integrantes de las Fuerzas Armadas en las misiones del extranjero. «Me ha tocado a mí recibir este premio pero ellos son los verdaderos protagonistas y por desgracia a veces no son lo suficientemente valorados».
El 15 de enero de 2013 Francisco Javier pisó suelo libanés, donde permaneció hasta el 26 de marzo. Durante este tiempo, como médico militar, prestó asistencia sanitaria al resto de soldados allí desplazados, soldados tanto españoles como indonesios, nepalíes, hindúes, serbios, salvadoreños o franceses. Pero también, y aunque no era su cometido, atendió a la población civil que se acercaba a la base.
De esta experiencia dice que «volvería a repetir», a pesar de todas aquellas circunstancias vividas en las que «se te encogía el corazón». En el Líbano vio muchas carencias, demasiadas como para ahora no valorar todo lo que tiene en casa.
Recuerda, como si fuese ayer, el día en el que curó a un niño de quemaduras faciales así como su sonrisa de inmensa alegría cuando le dio unos simples caramelos; también la gratitud de los civiles a los que ayudaba y cómo, a pesar de su pobreza, le intentaban agradecer su labor con regalos muy difíciles de conseguir para ellos. «Todos los días me pasaba algo impactante», lo que ha hecho de su primera participación en misiones de la ONU una «experiencia enorme que me llenó a todos los niveles, tanto en el personal como en el profesional».
Franscisco Javier es médico adjunto al servico de Urgencias del «Mancha Centro» desde el año 1991. Aquí también realizó la especialidad de Medicina de Familia. En el ámbito sanitario, Líbano le sirvió como escenario para poner en práctica todos sus conocimientos, si bien añade que «el escenario militar no tiene nada que ver el civil».
Antes de desplazarse a la zona de conflicto, tuvo que someterse a un período de preparación consistente en dos cursos de formación -sobre materias como soporte vital avanzado en combate o utilización de armamento-, en un exhaustivo reconocimiento médico -físico y mental- y una fase de concentración con la unidad con la que estuvo en Líbano.