«Ellos también sienten». Las personas que han perdido la vista, o que nunca la tuvieron, no pueden disfrutar de los placeres visuales. Uno de esos placeres visuales en Castilla-La Mancha es la Semana Santa: los colores, los ambientes, los pasos, las imágenes, los propios cofrades. Un sinfín de imágenes que se quedan grabadas en las retinas. Pero la vista no es el único sentido importante, el ser humano tiene cinco, se habla de un sexto por ahí, y son tan importantes o más que la vista.
Eso es lo que han querido transmitir desde la Junta de Cofradías y Hermandades de Toledo, que junto a la ONCE ha acercado la tradición de la Semana Santa a cerca de una treintena de personas ciegas. La parroquia mozárabe de Santas Justa y Rufina ha sido el lugar que ha recibido a los fieles para mostrarle todos esos detalles que hacen que la Semana Santa sea especial.
Fotos | Sentir, oler y tocar, la Semana Santa de Toledo para las personas ciegas
«Inolvidable», «me imaginaba como era, pero nunca lo había tocado»
El incienso ha prendado de olor la iglesia mozárabe toledana. Ese ha sido el comienzo para un recorrido en el que las personas ciegas han olido, tocado, sentido y vivido la Semana Santa de cerca. Las cornetas, los tambores o las matracas también han retumbado en el templo, una señal de que se ha celebrado una Pascua anticipada e inclusiva.
«Ha sido una cosa inolvidable», comentaba Sagrario, a la que le faltaban las palabras, una de las usuarias que ha podido tocar las imágenes de los santos y las vírgenes de la parroquia. Su compañera Ester también lo ha vivido con emoción: «No conocía lo que era un paso por dentro. Los instrumentos, la corneta, el tambor… me imaginaba como era, pero yo nunca lo había tocado». Ambas han podido meterse dentro de un paso e incluso han tenido la oportunidad de ser costaleras durante unos segundos.
Javier Salazar, sacerdote toledano que también ha perdido parte de la visión, ha reconocido que las personas ciegas sienten de la misma manera que los videntes. «Podrán no ver con los ojos, pero ellos también sienten con el tacto». Esta es la primera vez que pueden vivir la Semana Santa de esta manera tan especial. No será la última.