Las obras de rehabilitación y puesta en valor del Pasaje de Lodares, uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad de Albacete, comenzarán el próximo mes de abril.
Así lo ha anunciado la consejera de Educación, Cultura y Deporte, Rosa Ana Rodríguez, que ha recordado que esta actuación ya fue anunciada por el presidente de la Junta, Emiliano García-Page, en el Debate sobre el Estado de la Región.
Según ha señalado Rodríguez, el Ejecutivo regional invertirá cerca de 370.000€ de los fondos europeos Next Generation para la intervención, cuyo objetivo será «consolidar estructuras, recuperar algunos elementos arquitectónicos significativos y revalorizar una de las calles más bonitas no solo de Castilla-La Mancha sino de España y que es Bien de Interés Cultural de nuestra comunidad autónoma con categoría de monumento».
Recuperar el soldado original, limpiar las fachadas…
Entre las actuaciones destaca la recuperación del soldado original en el interior del Pasaje, con estudio de iluminación y respetando las servidumbres de luz a forjados interiores. También se procederá a la limpieza de las fachadas, tanto interiores como exteriores, de la primera planta, en los soportales de piedra travertina, donde se ubican los locales, y las dos portadas de acceso al pasaje con techos de escayola y candelas de hierro, para un posterior acabado de pintura al silicato.
La última intervención significativa sobre el inmueble fue la realizada en el año 2001, y contemplaba una rehabilitación total, con demolición de elementos añadidos, sustitución de elementos dañados y reparación de las cubiertas, incluyendo el lucernario central, rehabilitación de la cerrajería, actualización de las instalaciones del edificio, pintura de todas las fachadas y la sustitución de los lucernarios y la pavimentación existentes del pasaje a nivel de planta baja, pero la pavimentación no se tocó.
«En esta ciudad no podíamos dejar pasar más el tiempo sin darle el brillo que el paso del tiempo ha podido restar a nuestros edificios más históricos», como este Pasaje de Lodares, obra del arquitecto Buenaventura Ferrando Castell y adscrito al post-modernismo, datado en 1925, ha indicado el alcalde de la capital albaceteña, Emilio Sáez.
«Una de las calles más bonitas de España»
«Estamos ante una de las calles no sólo más bonitas de España, sino de Europa, según revistas de arquitectura especializadas, pero que requería de un plan de recuperación que tras meses de trabajo ya está dispuesto para echar a andar», ha comentado el primer edil, declaraciones que ha compartido la consejera, añadiendo que «si hubiera un concurso de las calles más bonitas de España, este pasaje sería una de ellas».
Este edificio se mandó construir por Gabriel Lodares a imagen y semejanza de las galerías comerciales existentes en Italia, según un proyecto redactado en el año 1925 por el Arquitecto valenciano Buenaventura Ferrando Castell. Se trata de un edificio de cinco plantas, atravesado por un pasaje cubierto por una estructura a dos aguas de hierro y paños de cristal, que comunica las calles Mayor y Tinte, ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.
Estructura del Pasaje
Así, configurado por 44 columnas jónicas y doce pilastras, sobre las que se apea una fachada de tres plantas y ático. A lo largo de la primera planta se abren balcones de piedra y hierro, con arcos adovelados de medio punto, y el ático se forma por galería de arcos de medio punto con toda la superficie acristalada.
Las fachadas de acceso poseen ingresos formados por grandes arcos de medio punto, en cuyas jambas se disponen pilastras pareadas en la calle Tinte y columnas dobles en la calle Mayor, rematándose, en ambos casos, con grandes jarrones cargados de guirnaldas, flanqueados por angelotes cabalgando sobre volutas.
En el interior se pueden encontrar figuras alegóricas, como la de la Industria con una rueda dentada, la de la Riqueza de la Tierra, las Artes Poéticas y las Artes Liberales, todo ello con un marcado sentido simbólico propio de la época.
Actualmente, es un edificio de uso residencial de viviendas, excepto en la planta baja, que se dedica a uso terciario comercial. Es un paso obligado para el turista que visita los ejes históricos de la ciudad y para los albaceteños es uno de los inmuebles de referencia por su gran valor cultural.