La Asociación de municipios ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía han calificado de «nuevo despropósito» la autorización de un nuevo trasvase de 144 hectómetros cúbicos de agua en la cabecera del Tajo para su trasvase a la cuenca del Segura hasta el próximo 30 de junio.
En un comunicado, han justificado dicha afirmación en que los datos así lo muestran, ya que «mientras la cuenca del Segura tiene un 76 por 100 de volumen almacenado y aumentando sus reservas, la cuenca del Tajo cuenta con un 73 por 100 de su volumen embalsado y disminuyendo sus reservas».
«Concretamente 159 hectómetros cúbicos ha perdido la última semana», ha indicado el comunicado.
A esto se suma, lo que los ribereños consideran más grave, y que consiste en que la cabecera del Tajo, desde donde se realiza el trasvase, «sólo cuenta con un 36 por 100 de volumen embalsado».
Según estas mismas fuentes, esta situación incumple la literalidad y el espíritu de la legislación en materia de agua, pues ha explicado que los trasvases deberían ser autorizados cuando el agua se lleva de una cuenca hidrográfica excedentaria a una deficitaria, y en este caso «se está haciendo lo contrario».
En opinión de estos municipios ribereños, la explotación hidrológica que se está haciendo de la cuenca del Tajo «sólo favorece» al Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo Segura (Scrats), a quien «el gobierno le ha prometido agua a su antojo, sin limitación alguna, y con el regalo de un precio mínimo y un proceso de privatización que hace que el gobierno esté subvencionando la especulación del agua de una entidad privada».
Mientras tanto, los municipios ribereños se han preguntado «qué hace la presidenta de Castilla-La Mancha», María Dolores de Cospedal, quien «juró defender esta tierra y a sus ciudadanos y lo está incumpliendo».