La Guardia Civil ha detenido a un grupo criminal que perpetraba robos en naves industriales mediante el método del butrón. Se han detenido a 10 personas y se investiga a otras 6 por delitos de pertenencia a grupo criminal, delitos contra la seguridad vial, resistencia y desobediencia, y tres de los detenidos por un delito de receptación.
Más de 7.000 kilos de cable de cobre
Se han intervenido durante todos los meses que ha durado la investigación más de 7.000 kilos de cable de cobre, gran cantidad de herramientas y efectos robados, que se han devuelto a sus legítimos propietarios.
Las diligencias han sido entregadas en los distintos Juzgados de Instrucción donde se han cometido los 17 delitos esclarecidos, siendo las provincias afectadas las de Toledo, Ciudad Real, Ávila, Madrid, Valladolid, Jaén, Segovia, Álava, Burgos y Cáceres.
Investigación que empezó en Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real)
Esta investigación se inició a mediados del pasado año tras la comisión de un robo con fuerza cometido en una empresa de Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real), donde autores desconocidos accedieron a su interior tras forzar la valla perimetral, sustrayendo una furgoneta cargada de gran cantidad de latas de conservas, valorada en casi 58.000 euros, ha informado la Guardia Civil en nota de prensa.
A raíz de la importancia y reiteración de este tipo de hechos, la Guardia Civil de Valdepeñas se hizo cargo de esta investigación abriendo la operación denominada Abucandos, iniciando todo tipo de gestiones indagatorias encaminadas al esclarecimiento de los hechos y descubrimiento de los autores.
Esto dio como resultado en primer lugar el descubrimiento de que el furgón sustraído en la empresa circuló hasta Madrid acompañado de otros vehículos utilizados para emprender la huida, recuperándose este sin la carga sustraída, aunque fue determinante para proseguir con la línea de investigación.
Multitud de antecedentes policiales
Una vez iniciada, esta investigación se centró en identificar a la mayoría de miembros del grupo criminal, corroborando que les constaban multitud de antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio. Una vez identificados se localizaron a varios de ellos en la provincia de Madrid, continuando la investigación para desenmarañar el entramado delictivo.
Después de una intensa labor indagatoria, se descubrió que estas personas formaban parte de un grupo criminal, altamente cualificado y especializado en robo de empresas a través del método del butrón, que consiste en realizar un agujero en la pared. Una vez dentro esquivaban o desactivaban los sistemas de seguridad, que previamente habían estudiado para hacerse con el botín que en estos casos consistía en todo tipo de materiales de valor desde herramientas a alimentos con alto valor económico.
Se averiguó que el grupo estaba liderado por un jefe que organizaba las salidas y distribuía los componentes. Después existía un subgrupo de varias personas que en varios turismos eran los que se adelantaban y marcaban los lugares más factibles de perpetrar los robos, cuando lo tenían claro llamaban a otro grupo que eran los conductores de furgonetas donde cargaban el material y otro grupo que vendían dichos efectos. Finalmente estaban los receptadores, centros o establecimientos que compraban el material robado.