La Plataforma de Agricultura y Ganadería Ecológicas de Castilla-La Mancha ha pedido este martes que la Consejería de Agricultura cambie la orden de ayudas a los agricultores ecológicos, ya que con los criterios que se han establecido una buena parte de ellos están abocados a dejar la actividad,
Para hacer visible esta reclamación y su oposición a la orden de ayudas para el próximo periodo de cinco años, que publicó la pasada semana la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, una docena de agricultores se han concentrado ante la sede de este departamento del Gobierno regional, para mostrar su desacuerdo con la cantidad consignada y los criterios de prioridad que se han establecido.
Vídeo: Diego Langreo Serrano.
El presidente de la Plataforma, Anastasio Yébenes, ha advertido que la orden prioriza a los nuevos agricultores ecológicos en detrimento de los antiguos, porque tienen más puntuación, de forma que pueden quedar fuera agricultores que llevan hasta 20 años haciendo agricultura ecológica.
Yébenes ha criticado que el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, pueda pensar «que sin ninguna compensación económica vamos a seguir pagando a una certificadora, sin poder echar glifosato ni abonos químicos y produciendo menos».
Garantizar la rentabilidad
En este sentido, ha recordado que un estudio que hizo en su momento el Gobierno regional determinó que hay una pérdida económica de en torno a 300 euros en cada hectárea ecológica en relación a una convencional, y ha apuntado que con arreglo a este documento se establecieron las ayudas durante un periodo bastante largo, por lo que sería necesario revisar la orden para permitir que esta modalidad agrícola sea rentable.
A preguntas de los periodistas, Yébenes ha dicho que es posible modificar la orden, porque según ha argumentado, «se puede cambiar cuándo se quiera», ya que el Programa de Desarrollo Rural (PDR) «está vivo» y «se pueden presentar a Bruselas cambios sin que haya problemas».
Ha insistido en que sin ayudas «nos podemos ver un montón de agricultores ecológicos en la calle», y ha considerado que: «No puede ser que se expulse a nadie, el que ha conseguido ya estar haciendo agricultura ecológica tiene que seguir, hay que mantenerlo».
A Yébenes le parece bien «que se incentive a los que entran nuevos, pero sin echar a los que ya están haciendo agricultura ecológica», porque además, con menos profesionales dedicados a estas prácticas agrícolas, no se va a cumplir el objetivo que ha fijado la UE en la Agenda 2030 de que en 2030 el 25 por ciento de la superficie agrícola de Castilla-La Mancha sea ecológica.
También ha cuestionado la cantidad de 160 millones que se han consignado en la orden de ayudas para estos cinco años, y en este contexto, ha criticado que se devolvieran 700 millones de euros a la UE de los 2.000 millones del anterior periodo (2015-2022), mientras que en esos ocho años se dedicaron 240 millones de euros de ayudas para una superficie de en torno a 400.000 hectáreas.