El Gobierno ha aprobado hoy, en Consejo de Ministros, el Plan Hidrológico de la parte española de la demarcación hidrográfica del Tajo, uno de los más complejos de España.
Se trata del río más largo de la Península Ibérica, con 1.100 kilómetros, de los que más de 850 kilómetros discurren por España, en cuyo recorrido atraviesa doce provincias de cinco Comunidades Autónomas: Aragón, Castilla y León, Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura.
Con el del Tajo ya son 15 los planes hidrológicos aprobados por el actual Ejecutivo en poco más de dos años, y ya sólo queda pendiente de aprobación el de los ríos Segura y Júcar.
De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el Plan del Tajo es el resultado de un trabajo «serio, comprometido y de diálogo con todas las partes implicadas».
Prueba de ello, señala la fuente, es que el documento definitivo recoge buena parte de las indicaciones contenidas en las más de 12.000 alegaciones y observaciones recibidas a lo largo del proceso de información pública.
Este texto recoge una serie de medidas para asegurar los abastecimientos urbano-industriales de la cuenca, especialmente de las grandes concentraciones de población, entre las que se encuentran la Comunidad de Madrid y la provincia de Toledo, así como el mantenimiento y modernización de las zonas de regadío.
Además, se marca como objetivo conseguir que en 2027 el 92 % de las masas de agua de la cuenca alcancen el buen estado ecológico, conforme a la Directiva Marco.
Para ello, propone llevar a cabo un tratamiento más avanzado de las aguas residuales de las principales concentraciones urbanas, así como mantener los niveles y flujos necesarios en los principales afluentes de la cuenca y en el eje del río Tajo a su paso por Aranjuez, Toledo y Talavera de la Reina.
Define, asimismo, un régimen transitorio para incrementar, de forma paulatina, los volúmenes mínimos de agua que deberán tener almacenados los embalses de cabecera (Entrepeñas y Buendía) para dar respuesta a las demandas de abastecimiento y riego de la cuenca.
El volumen mínimo se incrementará desde los 240 hm3 actuales a los 400 hm3 en un plazo máximo de cinco años.
El Plan contempla, además, unas inversiones de más de 6.100 millones de euros a financiar por todas las administraciones, para alcanzar los objetivos propuestos en el Programa de medidas.
Del total de la inversión, cerca de 3.500 millones de euros se destinan al cumplimiento de los objetivos ambientales, esencialmente mediante actuaciones de saneamiento y depuración de las aguas residuales urbanas.
Casi 2.500 millones de euros más se dirigen a la satisfacción de las demandas, con acciones preferentemente orientadas a la construcción de nuevas infraestructuras de regulación y la mejora en la atención de los regadíos, por último contempla una inversión de 170 millones de euros en actuaciones para la mejora del conocimiento y la gobernanza.
Un Plan Hidrológico es el elemento básico de gestión de esta demarcación hidrográfica, y tiene como principal objetivo conseguir el buen estado de las aguas y la adecuada protección del dominio público hidráulico.
Marca, asimismo, las pautas para atender las demandas de agua, respetando el equilibrio y la armonización del desarrollo regional y sectorial.
CAÑETE: «ES UN PASO MUY IMPORTANTE EN LA PLANIFICACIÓN HIDROLÓGICA
El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha afirmado que la aprobación hoy en el Consejo de Ministros del Plan Hidrológico del Tajo es un «paso muy importante» en la culminación de la planificación hidrológica.
El ministro ha hecho estas afirmaciones al término del Consejo de Ministros, donde hoy se ha aprobado el Plan Hidrológico de la parte española de la demarcación hidrográfica del río Tajo y considerado hoy que la planificación hidrológica llevada a cabo por su departamento «se puede contar entre los trabajos de Hércules, porque les puedo garantizar que ha sido ciertamente complicado».
El plan del Tajo, ha dicho Cañete, supone un «paso importante» en la culminación de la planificación hidrológica, que ha recordado tenía que haberse terminado con el Gobierno anterior, en 2009, y que este retraso ha derivado en una sanción al reino de España por parte de Europa.
El ministro ha destacado que en menos de dos años su Gobierno ha tenido un «trabajo ímprobo» al aprobar 15 planes: Ebro, Ceuta, Melilla, Islas Baleares, Cantábrico Occidental, el Oriental, Guadiana, Guadalquivir, Miño- Sil, Galicia Costa, Tinto Odiel y Piedras, Guadalete, Barbate y Cuencas Mediterráneas Andaluzas, más dos que ya están en camino: Júcar y Segura.
Cuando finalice la aprobación definitiva de estos dos últimos, que ya tienen la luz verde del Consejo Nacional del Agua, se abordará la segunda fase, que tenía que haberse iniciado en 2010 y acabado en 2015.
«Lamentablemente el Gobierno anterior no hizo nada», ha afirmado Cañete tras destacar que debido a este retraso en solo una legislatura «vamos a tener que hacer dos planificaciones hidrológicas, lo cual se puede contra entre los trabajos de Hércules porque que les puedo garantizar que ha sido ciertamente complicado».
Sobre todo, ha añadido, cuando hay «líos» porque hay que poner de acuerdo a varias comunidades autónomas sobre un bien escaso como es el agua.
El ministro ha destacado del Plan del Tajo las más de 12.000 alegaciones y observaciones recibidas a lo largo del proceso de información pública.
También ha explicado que recoge una serie de medidas para asegurar los abastecimientos urbano-industriales de la cuenca, especialmente de las grandes concentraciones de población, entre las que se encuentran la Comunidad de Madrid y la provincia de Toledo, así como el mantenimiento y modernización de las zonas de regadío.
Además, se marca como objetivo conseguir que en 2027 el 92 % de las masas de agua de la cuenca alcancen el buen estado ecológico, conforme a la Directiva Marco.