La Universidad de Castilla-La Mancha y la Asociación de Familias de Niños con Cáncer de la región (Afanion) han renovado por cuarto año consecutivo el convenio de mecenazgo «Antonio Cepillo» para la investigación del cáncer infantil.
Se trata de una beca que busca apostar por el capital humano con un aporte económico para la contratación de un alumno o alumna de Farmacia de último curso. Así, el estudiante becado se incorpora a los laboratorios de investigación para trabajar en el desarrollo de fármacos que permitan tratar el cáncer pediátrico.
Buscar alternativas al tratamiento con platino
En este caso, según ha explicado uno de los investigadores del proyecto, Carlos Alonso, están trabajando con la Unidad del Instituto de Salud del Principado de Asturias en dos líneas de investigación, por un lado, en desarrollar fármacos alternativos al tratamiento con platino, muy usado cuando el paciente está en estadio tres o cuatro, y por otro lado, mejorar los resultados de un antibiótico que ya dio muy buenos resultados en el tratamiento de glioblastoma y sarcoma.
«Este antibiótico ya dio muy buenos resultados, pero era muy tóxico como para llegar a la clínica, así que trabajamos en disminuir su toxicidad para poder llegar a usarse como medicamento. De esta manera, hemos creado como un vehículo que libera el fármaco de manera controlada para que la dosis no sea tóxica sino terapéutica», ha detallado el investigador.
Afanion duplicará la cuantía económica
Por su parte, desde Afanion, su presidente, Juan García, ha anunciado que, dada la buena acogida del proyecto y la necesidad de seguir investigando, propondrá en la próxima junta directiva de la asociación, que tendrá lugar el 13 de mayo, redoblar el esfuerzo y duplicar la cuantía económica del convenio con la UCLM, de manera que en la próxima edición habría dos becas de mecenazgo «Antonio Cepillo».
«Ha quedado demostrado que cuando instituciones, Gobierno y entidades privadas quieren sacar una vacuna se saca, entonces creo que hay que decir en voz alta que ese 20% de cáncer que no se cura, que son niños con nombres y apellidos, hay que buscar una solución«, ha aseverado.
Por su parte, una de las investigadoras del proyecto y alumna becada en anteriores ediciones, Almudena del Campo, ha agradecido a ambas entidades la iniciativa. «Es un convenio muy útil que nos muestra a los alumnos de Farmacia que hay opciones como investigadores y te permite meterte de lleno en este mundo».
Garde pide más investigación
Para finalizar, el rector de la universidad, Julián Garde, ha incidido en la importancia de la investigación.
«Todavía queda un 20% de cáncer pediátrico que no se cura, es una cuestión importantísima, pero ese porcentaje ha bajado mucho en pocos años y ha sido gracias a la investigación, por eso se debe reclamar a los organismos públicos que se apueste más por la investigación, porque estamos muy lejos de la media europea y ese porcentaje debe seguir bajando», ha concluido.