Afirma categórico, mientras charlamos delante de un café, que su edad psicológica es de 42 años, «la real es 52», porque la vida hay que tomársela como viene y salir a su encuentro. Nació en Alicante, pero es un toledano más después de 20 años viviendo en la capital regional.
Esteban Paños, junto a su madre, Rosi, a quien siempre se ha sentido muy unido y quien, a día de hoy, sigue siendo para él un referente y un espejo en el que mirarse.
Y le sale una sonrisa cuando recuerda que con apenas 16 años su padre le envió…
Hablamos de Esteban Paños, concejal de Ciudadanos (CS) en el Ayuntamiento de Toledo durante los últimos ocho años y candidato, por tercera vez consecutiva, a la Alcaldía.
Este contenido forma parte del Especial Elecciones ENCLM, donde intentamos conocer en profundidad a los candidatos a las elecciones municipales y autonómicas en Castilla-La Mancha del 28M, en este caso de Toledo.
Esteban Paños es muy aficionado a la cocina y a la micología. Practica con frecuencia la recolección de setas, una afición que le gusta compartir con amigos. En esta foto, en una de sus excursiones en Navaluenga (Ávila).
Escondió el dinero en una zapatilla porque le dijeron que le podían robar…
Volvemos al inicio… Cuando apenas tenía 16 años y su padre le envió «a vivir unos tres meses a Barcelona, a casa de unas tías a las que no había visto en mi vida. Iba a realizar un curso de fotografía muy caro, en una de las mejores escuelas y recuerdo que ¡llevaba el dinero del curso escondido en una de las zapatillas! porque me decían que si no me iban a robar en cuanto llegara a Barcelona. Por lo tanto, metí el dinero en la zapatilla antes de salir de casa y ahí estuvo hasta que llegué». Por supuesto, nunca le llegaron a robar…
Una vida de largo recorrido… Porque Paños ha estudiado «técnico en actividades físicas y animación deportiva, Terapia Ocupacional en Talavera, vigilancia de dominio público hidráulico (ojo a eso, ¿ehhh?, que tiene miga) «y fotografía cuando se estudiaba de forma privada y pagando. Más tarde aprobé la oposición de Fotografía Aeronáutica, con plaza en la Maestranza Aérea de Albacete; y luego trasladé la plaza a Toledo».
Esteban Paños, primero por la derecha, disfrutando de un día de playa junto a sus padres y algunos de sus hermanos en Alicante.
La boda de los reyes y tertuliano por un día con Ana Rosa Quintana
Fotógrafo consumado, por tanto, «mi máxima siempre ha sido que, en lo que hagas, tienes que tratar de ser el mejor si es posible. Siempre tuve mucha inquietud como fotógrafo y…». Ojo a esta anécdota porque aquí sale la vena de reportero tribulete, que en todas partes se mete… Ja, ja, ja…
Tenía mucho interés en fotografías la boda de los actuales reyes de España, Felipe VI y Letizia, «por lo que solicité una acreditación y me marqué como objetivo estar ahí, a su lado. Por lo que me fui dos días antes a Madrid, a guardar sitio y cola en la puerta del Palacio Real, sin dormir, como un ciudadano más…».
Esteban Paños, en una imagen actual. Foto: Rebeca Arango.
Sin salirse apenas de su baldosa para que no le quitaran el sitio, ya sabemos cómo es España en esto de «sentir, ver y tocar» a los famosos en bodas, bautizos, comuniones y cualquier sarao que huela a prensa rosa, «hice un buen reportaje y se lo vendí a Antena 3. Pero ojo, que en el contrato ponía que también tenía que ir de tertuliano con Ana Rosa Quintana, Jimmy Giménez-Arnau, Chelo García Cortés…». Ja, ja, ja…
Su afición por las bodas reales va a más, «porque me gustaría fotografíar la coronación de Carlos III de Inglaterra«. Pero va a más, «me apasiona retratar la naturaleza y tengo muchas fotos de Toledo en la cabeza, muchas…».
Esteban Paños, en ese momento presidente del AMPA del CEIP Europa, preparando una barbacoa durante un día de celebración escolar.
«¿Locura por amor? Me casé con la mejor amiga de mi hermana»
Viajar le encanta, «es una de mis pasiones. Tuve la suerte de trabajar en una de las mejores agencias de eventos del mundo y viajé por medio planeta y, además, cobrando. ¿Qué me sorprendió? China, sobre todo el contraste de salir de la zona turística e ir a donde ellos viven…».
¿Locuras por amor? «¡Claro! Y que no dejemos de hacerlas nunca. La mejor fue casarme con la que ha sido durante toda la vida la amiga de mi hermana, llevaba entrando en mi casa desde… Ella tenía su pareja y yo la mía, pero siempre estábamos rondándonos». Hasta que ocurrió lo que tenía que ocurrir. Hablamos de su esposa, obviamente.
De pequeño «era muy trasto, sí, mucho más de lo que te puedes imaginar. Si pones el tope en 100 yo era 1.500, mi madre ha peleado mucho conmigo. Me he llegado a tomar las medicinas de mi abuela, me hacía jarras de litro con sobres de antibióticos, todo tipo de trastadas…».
El día que tuvo que nadar en ¡¡¡una balsa llena de mierda!!!
Y recuerda… «Mira, una vez mi padre, que era representante de laboratorio, tenía una comida con médicos en Valdeganga (Albacete) y me repitió una y otra vez, ¡por favor, pórtate bien! Bueno, pues… Al lado del lugar donde comimos había una balsa donde echaban la mierda de los gorrinos, las gallinas… Me puse a perseguir a las gallinas ¡y me metí en la balsa! Sí, sí, tuve que nadar entre mierda, mi padre me sacó de los pelos, me envolvieron en periódico…». Ja, ja, ja…
«O irme a los Pirineos con los scouts y bajando de Monte Perdido romperme una pierna y no contárselo a mis padres para que no fueran a recogerme porque yo quería quedarme en el campamento. Sí, un auténtico trasto, ¡pero no me arrepiento de nada!».
Ay la vida…
Esteban Paños, con una de sus tres hijas, «lo mejor que me ha pasado en la vida».
Esteban Paños, con una de sus tres hijas, «lo mejor que me ha pasado en la vida».
Esteban Paños, con una de sus tres hijas, «lo mejor que me ha pasado en la vida».