Emiliano García-Page, alcalde de Toledo, segundo por la izquierda; Gregorio Marañón, presidente de la Fundación El Greco, segundo por la derecha.
El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, ha indicado que cabe la posibildad «de que terminemos encargando a Gregorio Marañón (presidente de la Fundación El Greco) el enorme marrón de que esto (el Año Greco) no acabe en diciembre. Por lo que formalizaremos una petición a las instituciones para que continúen, y habrá que ser creativos, pero seguro que habrá muchas cosas que podamos inventar y sean útiles».
Es lo que ha dicho el alcalde de la capital regional durante la presentación de la obra «Tres Aguas», las tres esculturas de Cristina Iglesias que desde hoy se pueden ver en Toledo. Entre los presentes, por supuesto, estaba el mismísimo Marañón, cuya primera reacción ha sido la de colocar en su rostro una sonrisa de lado a lado.
Page se ha mostrado absolutamente encantado de lo que ha supuesto el Año Greco para Toledo y lo ha definido de la siguiente forma: «Toledo no es la ciudad más emprendedora que se pueda conocer en España y lucha contra el prejuicio de ser una ciudad parada, pétrea, conservadora, a la defensiva… Pero en Toledo pueden pasar las cosas más osadas, porque es una ciudad que acepta muy bien las iniciativas y por eso la gente está feliz, porque ven que la celebración del Año Greco está saliendo muy bien».
Y ha continuado: «Toledo está de bote en bote, la imagen que está cogiendo la ciudad va a durar muchos años. Sólo en marzo hubo un 1 por 100 más de pernoctaciones que en marzo de 2013, teniendo en cuenta que el año pasado fue Semana Santa. Es brutal».
A partir de ahí ha recordado cómo se inició toda esta historia, «porque fue la propuesta de una persona que acogimos políticamente y luego se tuvo el acierto de elegir a gente que ha sido capaz de convertir lo complejo en sencillo, como es Gregorio Marañón, quien ha hecho que esto funcione bien. Porque si hay alguien preparado en España para sumar voluntades, atraer a los opuestos y superar los baches, que hemos tenido muchos, es él».
«A MÍ EL AÑO GRECO ME LO PLANTEÓ UN SEÑOR POR LA CALLE, QUE SE LLAMA…»
El alcalde de Toledo ha insistido en que todo esto se inició «cuando a mí el Año Greco me lo planteó un señor por la calle hace ya unos años, un señor que se llama Jorge Miranda, y la opinión de esa persona me podía haber pillado con muy mal café, anda que no teníamos problemas entonces, pero lo cierto es que me suscitó interés y lo llevé en el programa electoral en el sentido más digno, que luego fue respaldado y apoyado por los grupos municipales. Pero el artífice de fondo es Gregorio Marañón, que ha tenido la habilidad de que aunque haya habido cambios políticos ha habido continuidad en el apoyo con el nuevo Gobierno regional, porque a mí no me hubieran hecho ni caso».
Por eso le ha pedido a Marañón que no «cierren la ventanilla» el 31 de diciembre, «aunque no puedo ser más explítico porque no tenemos nada cerrado. Y seguro que él no tiene derecho a negarse».
De inmediato, el propio Marañón ha recalcado que «la gran diferencia entre un proyecto y una obra de arte es la autoría. Y éste es el proyecto de Cristina Iglesias, otros sólo hemos ayudado modestamente». Y le ha querido quitar importancia a los halagos proferidos por Page, «porque personificarlo en mí es equivocado, hay un gran equipo detrás y el mérito es de ese equipo».