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Artículo de opinión 27/04/2014junio 9th, 2017

«La Organización Mundial de la Salud define la salud como “un estado de bienestar físico, mental y social completo, que no se limita a la mera ausencia de dolencias o enfermedades”.

 Los españoles hemos consagrado la salud como uno de los pilares del estado de bienestar que con el esfuerzo de muchos hemos construido durante estos años de democracia. Un estado del bienestar que ha estado al borde de la quiebra y que gracias al esfuerzo de todos los españoles, ha sobrevivido a los envites a los que se ha enfrentado.


 Una de las grandes conquistas sociales conseguida por los españoles y envidiada por el resto de países del mundo es nuestra sistema nacional de salud. La importancia que los españoles damos a nuestro sistema sanitario es común en los países europeos. La Unión Europea considera a la salud “el tesoro más preciado” Por ello, los países europeos han adoptado sistemas de protección social similares.

Sistemas sanitarios financiados con los impuestos de los ciudadanos. Un sistema solidario que hunde sus raíces en el humanismo cristiano. Un sistema donde todos ponemos un poco para que aquellos de nuestros vecinos que lo necesiten, dispongan de un recurso sanitario adecuado a su patología o dolencia.

  Los avances sanitarios que hemos experimentado los españoles se deben en gran medida a las políticas de fomento de salud pública y de tecnologías de la información de las que nuestro país se benefició cuando teníamos una posición más sólida en Europa. La radiología por imagen que tenemos en el SESCAM o la financiación del Banco Europeo de Inversiones para el Nuevo Hospital de Toledo  son realidades que disfrutamos los toledanos gracias a las gestiones del Gobierno de Castilla-La Mancha ante la Unión Europea.

 La salud pública se ha configurado como uno de los ejes principales de las políticas de la Unión Europea y por ello tiene su apartado correspondiente en Tratado de funcionamiento de la Unión Europea, debiendo garantizar un alto nivel de salud a los ciudadanos de la Unión Europea. Para ello los esfuerzos de la Unión Europa han sido plasmados en los diferentes Programas de Acción Comunitario en el Ámbito de la Salud Pública 2003-2008 y 2008-2013. Gracias a estos proyectos se han financiado 673 proyectos individuales, siendo el presupuesto del último programa operativo de 321,5 millones de euros.  Las consecuencias estos programas son muy satisfactorios.

 La esperanza de vida  se ha incrementado pasando de los 65 años en los cincuenta a 80 años en 2010, o que la mortalidad infantil se ha reducido un 80% desde 1975 a 2010. Recientemente se ha publicado el Reglamento 282/2014 del Parlamento y del Consejo relativo a la creación de un tercer programa de acción de la Unión en el ámbito de la salud para el período 2014-2020. Este programa define las líneas por la que discurrirá los sistemas públicos que cuidarán nuestra salud en el futuro.

Nuestro sistema nacional de salud se enfrenta a problemas comunes con otros sistemas sanitarios europeos como la sostenibilidad, el envejecimiento de la población, las enfermedades que pueden prevenirse, la seguridad sanitaria o las amenazas transfronterizas. Por eso este nuevo programa supone una oportunidad para que la sanidad pública que disfrutamos los toledanos pueda afrontar el futuro con mayor solvencia y fortaleza. Pero para eso, necesitamos garantizar que nuestros intereses, que los intereses de nuestra salud, sean fielmente defendidos ante las instituciones europeas.

 Los toledanos sabemos que los intereses de Europa afectan a Toledo y queremos que sean los intereses de Toledo, los que importen en Europa. Y eso sólo lo puede garantizar el Partido Popular pues ha conseguido devolver la confianza de Europa hacia España y los españoles.

 Los toledanos, europeos por tradición, sabemos de la importancia de la Unión Europea para nuestra ciudad, y no sólo en el ámbito de la salud. El futuro próximo se escribe en clave europea y por ello debemos garantizarnos que aquellos que pusieron en quiebra  la sanidad pública de Castilla-La Mancha ocultando facturas en los cajones, los que se preguntaban cuántos hospitales tendría que cerrar María Dolores Cospedal, los que no pagaban a las farmacias no defiendan nuestros intereses sanitarios ante la Unión Europea. Son los mismos que hace poco pedían  “el rescate” para España y los que hace unos años decían que España no entraría en el “euro”. Y ahora necesitamos recuperar la posición que gracias al Partido Popular, España tuvo en las decisiones comunitarias.

No podemos olvidar que  el Gobierno de María Dolores Cospedal ha sido elogiado por comisarios de la Unión Europea y los toledanos sabemos que con el Partido Popular, España, Castilla-La Mancha y Toledo estarán alineadas con las políticas de la Unión Europea y nuestra sanidad seguirá avanzando».

Fernando Sanz García es secretario general del Sescam y concejal del Grupo Municipal del PP de Toledo.

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