El Patronato Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) ha reunido una extensa colección privada de obras de los desaparecidos artistas herencianos Agustín y Gustavo Úbeda con las que se montará una exposición que se podrá ver desde el 17 de febrero hasta el 8 de abril en el Museo Municipal. Bajo el título «Pintores», las obras han sido cedidas por Enrique y Sagrario, hermanos de los artistas, y Concha, una prima, según ha explicado en nota de prensa la presidenta del patronato, María Jesús Pelayo, quien ha agradecido este gesto, fundamental para poder mostrar al público y poner en valor la obra de los hermanos.
Los trabajos de Gustavo son los más desconocidos, ya que pasó gran parte de su vida en Sudamérica, mientras que la obra de Agustín está repartida por importantes museos de diversos países, como en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, en Ginebra (Suiza) o California (Estados Unidos).
Del total de 65 obras que integran la exposición, la mayoría pertenecen a Agustín, mientras que de Gustavo se podrán ver 14 óleos y siete piezas cerámicas.
Del primero de los hermanos hay obras de toda su trayectoria, incluso algunas pertenecientes a sus primeros momentos, realizadas incluso antes de su ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde obtuvo su primera titulación.
Pese a que Agustín Úbeda nació en Herencia, su vinculación con Alcázar era muy estrecha, hasta el punto de organizar su primera exposición en esta localidad en 1949.
«Desde que nació era pintor», por influencia de su padre, que también pintaba, ha subrayado su hermana Sagrario, que ha explicado que se trasladó a Madrid y destacó enseguida como un gran pintor, aunque «para mí, siempre fue mi hermano, un hombre entrañable, un caballero».
En el caso de su hermano Gustavo, que además de pintor era ceramista, escritor y poeta, Sagrario ha destacado que tenía un estilo completamente distinto y que cuando regresó a España, después de haber estado viviendo en Sudamérica desde que tenía 25 años, se sintió «desubicado» y se volvió a marchar.