La Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a prisión permanente revisable a D.F.S., el hombre acusado de estrangular a su vecina en Navalcán (Toledo), una anciana de 84 años, tras entrar en su domicilio para robarle en mayo de 2020.
El fallo, al que ha tenido acceso Europa Press, se produce de acuerdo con el veredicto de culpabilidad del jurado popular que juzgó al procesado hace dos semanas a mediados de abril.
En concreto, la Audiencia toledana condena a D.F.S. como autor de un delito de asesinato por alevosía y ensañamiento a prisión permanente revisable y también le condena a cinco años de cárcel por el delito de robo con violencia en casa habitada.
Un caso tremendo
De acuerdo con el veredicto del jurado, el tribunal toledano, en la sentencia, declara probado que entre las 22.30 horas de la noche del 13 de mayo de 2020 y las 4.00 horas de 14 de mayo D.F.S. forzó con un destornillador la puerta de acceso de la vivienda de M.P.M.M.
Una vez dentro de la casa, continúa el relato, D.F.S. procedió a sustraer el dinero que en ella se encontraba y que alcanzaba la cifra de 7.200 euros, así como gran cantidad de joyas y demás efectos de valor que se encontraban dentro del inmueble y se llevó los objetos sustraídos a su vivienda.
Así, añade que en la diligencia de entrada y registro del inmueble donde residía el acusado se recuperaron numerosas piezas de joyería y bisutería, documentación de M.P.M.M., monedas antiguas, un sobre con 430 euros y seis libretas de ahorros de la finada, entre otros enseres. El resto del dinero, que asciende a 6.770 euros, no fue recuperado.
Asimismo, añade que D.F.S., estando dentro del domicilio y cuando la dueña y moradora se encontraba en la cama, se abalanzó sobre ella y estando encima, con ánimo de aumentar deliberadamente el dolor con padecimientos innecesarios, le clavó un destornillador en el cráneo en 34 ocasiones, en el dorso de la mano izquierda en nueve ocasiones, en la mano derecha en una ocasión y en el cuello tres veces.
Murió de estrangulamiento
Acto seguido, según la sentencia, cogió del cuello a la anciana y la estranguló, «causándole la muerte por la fractura de las estructuras laríngeas e infiltradas a nivel muscular de esa zona y por la asfixia ocasionada».
Para la Audiencia Provincial de Toledo, M.P.M.M., dada su avanzada edad, «no tuvo posibilidad alguna de contraofensiva que pusiera en riesgo la integridad del atacante, más joven que ella y de mayor superioridad física»; y «tan solo pudo poner sus manos para evitar que le clavara el destornillador en la cara, infiriéndole por eso lesiones en las manos».
El fallo aclara que M.P.M.M. tenía 84 años de edad, medía 1,51 metros y pesaba unos 60 kilogramos. Dormía sola en el citado inmueble, tenía principios de demencia senil y necesitaba ayudarse de un bastón.
Así ha sido el juicio
Durante el juicio, el acusado aseguró que se arrepentía «muchísimo» de todo, porque él «no es así», y apuntó que él solo entró a robar, pero que M.P.M.M. se despertó y hubo un forcejeo. Ella le golpeó y él «se rebotó» y le tapó la boca para que no gritara y, no sabe lo que pasó, pero «dejó de respirar».
De su parte, los forenses que elaboraron los informes de imputabilidad del procesado, reiteraron en su declaración que el acusado sabía lo que hacía y que en el momento de los hechos no presentaba «merma alguna» de su capacidad cognitiva ni volitiva.