«¡Niño, corta las chuletas a la Lorenza!». Y ahí iba nuestro Irreverente y con ocho años se ponía a la faena. Era el súper de sus padres en Valverde de la Vera (Cáceres) y Jorge Jaramillo Sánchez, tan buenecito él, empezaba a vislumbrar cuál sería su futuro… ¡La agricultura y la ganadería!
Pero desde el lado informativo. 38 años a sus espaldas, estudió Periodismo e hizo prácticas en EFE en su tierra. De ahí a Mérida y a Madrid (a la revista «Te interesa») hasta que cerró, momento en el que se cruzó con una revista especializada en agricultura, «me enganchó este mundo desde el primer minuto». Se quedó en el paro, presentó un proyecto de programa a RCM y…
Hasta ahora. Compatibiliza «A pie de campo», de ocho a nueve de la mañana los sábados, con sus minutos de auténtica gloria en CMT, (ocho por las noches tras el informativo y otros tantos al mediodía a partir del lunes 20), poniéndose el campo por montera y ensimismando a agricultores, ganaderos y especialistas en la materia.
«Por eso ahora estoy al borde del infarto», exclama. Bien lo saben su pareja, Pilar Escobar; y su hijo Mario Jaramillo. Todo eso lo compatibiliza con la coordinación del área de región en los informativos de CMT. ¿Hobbies? «¡Me encantaría, pero no tengo tiempo!». Jaramillo, genio y figura.
¿Ha descubierto ya la erótica de los pepinos, de los nabos, de las zanahorias…?
Ja, ja, ja… Pues… Pues ehhhh… Pues la erótica yo creo que lo tienen que decir…
¿Los pepinos?
Ja, ja, ja… No sé, no sé… ¡Son elementos fáciles para jugar! ¡Pero no juego con ellos!
¿Y la erótica de la tele?
La verdad es que sí tiene un atractivo que ya conocía, había hecho un canal temático de agricultura para toda España y por satélite. Pero se cerró el canal, presenté un proyecto en RCM y pensé que en la radio me quedaría y… ¡Ahora vuelvo a la televisión!
Desde que sale en la tele, ¿le han hecho ya proposiciones deshonestas?
¡Llevo poco tiempo! Ja, ja, ja… Pero sí que hay una respuesta inmediata, sobre todo del sector. Tengo la sensación de que se ansiaba este formato, donde se diera ese servicio público que es lo que nos da sentido a nosotros. Y?mucha gente me ha dicho que dónde estaba, que por qué no se había hecho este programa antes.
¿Y si mañana le dijeran que deja de hacer información agraria y le pasan a deportes, sociedad, política, cultura…?
¡Pues a deportes tendría un problema serio, porque no tengo ni idea! Ja, ja, ja… A mí el campo… Cuando me dicen si me gusta contesto que el de fútbol no, como no sea el de la era…
¿No tiene ni idea de fútbol? Dígame cinco jugadores del Real Madrid.
¡Hombre, sí… Eso sí! Pero por los periódicos, por los telediarios… Pero vamos, que no me interesa. ¿Que te los diga? Ehhh… Benzemà, Ronaldinho… ¡¿Quieres que te diga los cinco?! Ehhh… Raúl, aunque me parece que ya está en fuera de juego…
Siga, siga…
Ja, ja, ja… ¡Qué cabrón eres! Ehhh… Sí, sí, sí… No, no, no… ¡Estoy flojo de reflejos!
Si se convirtiera en fruta o en hortaliza, ¿qué sería?
Una patata a lo mejor… Soy un tío sereno, tranquilo, es difícil sacarme de mis casillas, me gustan las cosas bien hechas. Mi madre dice que cuando era pequeño, en la tienda que tienen (de ultramarinos) me ponía encima de un saco de garbanzos ¡y no me movía en toda la mañana! Mi madre podía atender a las clientas, subir a poner la lavadora…
¡El garbancero!
¡O el lentejero, porque podía ser en un saco de lentejas!
¿Y si se convirtiera en un animal?
Pues… También soy un poco zorro. Mi padre nos enseñó a tener los ojos muy abiertos ante la vida y para estar prevenido.
¿Ha arado alguna vez?
No, pero he sacado patatas con mi abuelo, he vareado el olivar y cogido aceitunas, nos toca coger las cerezas con mi padre todos los años, he cogido naranjas, manzanas…
¿Qué pasó en el mitin de Tobarra en la campaña electoral de Cospedal?
¿Qué paso? No recuerdo, es que hubo tantas anécdotas… Quizás te refieras a la de Moral de Calatrava, cuando coincidimos con los de Pekín Express y mis compañeros periodistas no se habían percatado. Engracia Segovia, que era el concursante del pueblo, que es olivarero de toda la vida y yo le había hecho varios reportajes… Le saludé, revolucioné el patio y cuando pasó Cospedal le dije a Engracia que la preguntara algo. Y Engracia la dijo que si se iría con Barreda a Pekín Express. La cara de Cospedal fue… ¡Qué me estás preguntando!
El primer día que salía en la tele se quería poner un look que…
Ja, ja, ja… El director de antena me había dicho varias veces: «Hay días que te veo y te pareces a Azarías, el de Los Santos Inocentes». Ja, ja, ja… La primera prueba que hicimos la de estilismo me plantó un chaleco verde kiwi y como yo soy una patata y me da igual lo que me pongan no me percaté y cuando entré me dijeron… ¡Dónde coño vas, qué imagen quieres dar tu al campo!
¿Dónde hay más animales: en el campo o en la ciudad?
Bufff… Ja, ja, ja… Hay mucho burro en la ciudad. No se ve, pero están.
¿Radio o televisión? Prínguese.
Es que compatibilizo las dos. Si me preguntas qué me gusta más… La tele es más creativa porque juegas con la imagen y a veces con la imagen cuentas más que con la palabra. Es un recurso más que no tiene la radio. No elegiría, compatibilizar es lo ideal.
¿RCM antes de las elecciones del 22-M o RCM después de las elecciones del 22-M?
Antes del 22-M se hicieron cosas importantes, mi programa lleva 10 años y eso lo tengo que agradecer; sí veo es que después del 22-M hay una apuesta brutal por la información que no se conocía antes, que era radiofórmula musical, y ahora estamos más cerca del compromiso de servicio público. Lo que no significa que antes se hicieran las cosas mal y ahora mejor, sino que es una etapa distinta en la que se da más sentido al trabajo periodístico que se hace desde la casa y hay más oferta. Oferta que antes era distinta o que, simplemente, no había.
¿Está de acuerdo con la pena de muerte?
No.
Sin trabajo ni prestación, ¿qué haría para comer?
A lo que no estaría dispuesto nunca sería a robar, esto está claro. Estaría dispuesto a pelear, que es lo que me ha enseñado mi padre siempre, a buscarme la vida como fuera, a ser ingenioso, a buscar el negocio donde quizás otros no lo ven…
¿Prohibiría la prostitución?
No. Todas estas cosas que están sin regular prohibirlas… Prohibirlas tendría un efecto contrario.
¿Cuál fue su primer sueldo y en qué se lo gastó?
En la agencia EFE en mi tierra, si no recuerdo mal, en tres meses de verano 96.000 pesetas. Me compré mi primer ordenador.
¿Qué personaje histórico le gustaría ser?
¡El conquistador Pizarro, que además era extremeño!
¿Con qué duerme? Si duerme con algo, claro.
En verano… Ja, ja, ja… ¡En verano todo me da calor! Ja, ja, ja… En invierno no me abrigo mucho pero… ¡Me tapo!
¿Qué libro está leyendo?
Tengo sin acabar «El tiempo entre costuras», pero no me da tiempo porque estoy desbordado y es mi mujer quien sufre en silencio… Tengo también «Ensayo para la ceguera», de Saramago; y…
¿En qué película le hubiera gustado actuar?
¡En «Los santos inocentes»! Ja, ja, ja… ¡Qué papelón Azarías!
¿Su mayor travesura?
No fui un niño travieso, mis padres tuvieron mucha suerte conmigo, mi hermano sí… ¡He sido tan correcto!
¿Qué programas del corazón ve?
Mira, me parece vergonzoso lo que se está haciendo del corazón. No te niego que a veces, cuando llego a casa se puede ver un programa tipo «Sálvame», pero se puede ver… ¡10 minutos! Le digo a mi mujer últimamente: ¡Cambiemos, esto me parece una tomadura de pelo! Ja, ja, ja… Prefiero ver otras cosas.
¿La mayor multa que le han puesto y por qué?
Un día íbamos a comer con unos amigos a la sierra de Madrid, había un atascazo impresionante, estaba en la reserva y vi una gasolinera, pegué un volantazo y crucé una raqueta ¡teniendo a la Guardia Civil delante! Cuando me pararon les dije: ¡Pónganme lo que me tengan que poner, lo asumo, pero es que me quedaba sin gasolina! Pero la recurrí y gané. Ja, ja, ja… Unos 100 euros.
Defínase: ¿de derechas, de izquierdas o de centro?
Yoooooooooo… Ja, ja, ja… Yo observo muy bien la política y me gusta mirarla desde arriba. Creo que de todas las etapas se aprenden cosas, entonces no me gusta mezclarme mucho con la política pero sí observar los movimientos que hacen los partidos. A partir de ahí… Me gustan unas decisiones de unos y otras de otros.
¿Cree que el tamaño importa?
Si vas a utilizar pepinos o calabacines para un puré… ¡Cuantos más gordos mejor! Ja, ja, ja…
¿Y el del miembro viril?
¡Eso lo tendrán que decir otras!
¿Y qué dicen?
Ehhhhhhhhhh… Ja, ja, ja… ¡Qué dicen! Ya te daré algún teléfono y lo preguntas. Ja, ja, ja…
¿El juego del parchís es cosa de hombres? Se lo digo porque ya sabe aquello de que se comen una y cuentan 20…
Yo no fardeo mucho con esas cosas…
¿No fardea mucho con lo que hace?
No, no… No me gusta contar… ¡Soy un mal jugador de parchís!
¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?
Ehhhhhh… Si entendemos por raro no habitual… Ehhhh… En el campo, claro. Ja, ja, ja…
¡Mínimo en la era!
¡Entre robles! Ja, ja, ja… ¡Si hablaran los robles…! ¡Qué espectáculo!