La Junta de Gobierno Local va a aprobar en su reunión la ampliación de la red de recogida de aguas fecales del municipio de Toledo que discurre por el arroyo del Aserradero, al tiempo que va a instalar una nueva red de agua potable para el abastecimiento de la zona noreste de la ciudad, un proyecto del que han informado el concejal de Gestión de los Servicios, Gabriel González, y el concejal de Urbanismo, Javier Nicolás.
Gabriel González ha explicado que, de esta forma, el Ayuntamiento resolverá los problemas de vertidos concernientes a Toledo provocados por el mal funcionamiento del actual colector del Aserradero, al tiempo que mejorará la red de abastecimiento a los inmuebles situados en la zona de El Beato. El equipo de Gobierno «no va esperar más» para acometer esta obra, que tiene un presupuesto de 1,3 millones de euros y un plazo de ejecución de seis meses.
El proyecto, cuya ejecución correrá a cuenta de la partida de inversiones de la empresa Tagus, concesionaria del servicio de suministro y alcantarillado, contempla la ejecución e instalación de un nuevo colector de saneamiento desde la urbanización El Beato hasta la conexión con el colector de la avenida de Madrid.
También se va a colocar una arqueta de bombeo para la recogida aguas fecales procedentes de El Beato y La Abadía, para su posterior impulsión al nuevo colector ubicado fuera del cauce del arroyo. Además, se contempla la ampliación de la tubería de agua potable para abastecer a la urbanización de El Beato mediante una conexión a la red existente en la zona del parque comercial.
Con estas intervenciones, «se da una solución a la zona noreste del término municipal de Toledo y se mejora la infraestructura hidráulica», ha dicho el concejal de Gestión de los Servicios, quien ha añadido que el inicio de los trabajos «es inminente».
Una vez finalizados estos trabajos y puesta en marcha la nueva infraestructura, el municipio de Toledo dejará de verter sus aguas fecales al colector del Aserradero, si bien el equipo de Gobierno lamenta que no se haya llegado a un acuerdo con el resto de municipios que vierten en este arroyo (Bargas y Olías), que se enfrentarán así a las consecuencias medioambientales y económicas que supone esta situación, informan en nota de prensa.
En este sentido, el concejal de Urbanismo, Javier Nicolás, ha explicado que el Ayuntamiento de Toledo ha mantenido una buena disposición, al igual que Bargas, para logar una solución conjunta para el colector del Aserradero con la implicación de Olías y la Diputación. Nicolás ha destacado que Toledo siempre ha asumido que no va a recibir ayuda de la Diputación y se ha mostrado dispuesto a aportar un tercio del coste de la obra conjunta, proyecto «que todos conocen» desde hace tiempo y que ha sido redactado por Acuasur.
El concejal de Urbanismo ha informado de que en la reunión técnica que se produjo la semana pasada entre las partes no se presentaron problemas insalvables, por lo que teme que la negativa a llevar a cabo esta solución global responde a motivaciones políticas. Además, ha advertido que, cuando comience a funcionar la solución presentada hoy para Toledo, serán Bargas y Olías los municipios que tendrán que hacer frente a las sanciones por vertidos de aguas residuales al Aserradero.