Los trabajadores de un zoológico de la provincia de Toledo se vieron sorprendidos hace poco más de una semana con el nacimiento de Keny, una leona sudafricana blanca, especie de la que solo existen unos trescientos ejemplares en todo el mundo.
Sus ojos azules y el color de su pelaje se deben a una mutación genética de sus progenitores, dos leones adultos africanos que llevan en este zoológico unos seis años y que, curiosamente, no son blancos sino de color marrón.
Esta particularidad suele ser más habitual entre tigres, pero no entre leones, por lo que en el centro están encantados con su nacimiento; no obstante, habrá que esperar un tiempo para ver si realmente la pequeña felina mantiene este color o cambia de tonalidad, ya que ésta puede variar del blanco casi puro al rubio.
Se trata de un ejemplar «de gran belleza», asegura Jesús Moraleda, director del ‘Zoo Safari Fauna Aventura’ de Hinojosa de San Vicente donde ha nacido Keny, al recibirnos sin la protagonista de esta historia, que estaba tomando su biberón justo en el momento de nuestra llegada.
Una vez finalizada su toma, Moraleda nos presenta a esta leona blanca que ha sido rechazada por la madre, «probablemente porque no tiene leche para amamantarla ya que no le da comida», indica el responsable del parque.
Por ello, los cuidadores del zoológico se están ocupando de criarla en cautividad, de ofrecerle los cuidados necesarios, de limpiarla y de alimentarla.
Esta pequeña que debe su nombre a Kenia, país africano, toma cada dos horas leche desnatada con miel, vitaminas, proteínas y aceites especiales, «lo que supone que tengamos que estar prácticamente las 24 horas del día pendientes de ella», añade Moraleda.
Solo tiene ocho días de vida y, aunque no es más que un cachorro al que aún le cuesta andar con soltura, no puede negar su instinto salvaje porque no ha parado de rugir en brazos del director del zoo hasta que la ha dejado en el suelo.
«Es una gran felina, tiene un poco de mala leche y ya saca las garras, parece como si quisiera irse a la selva», bromea el responsable del centro.
Los leones blancos son originarios de África del Sur y se encuentran muy raramente en reservas naturales de este continente, donde no sobreviven demasiado tiempo debido a la falta de camuflaje para cazar.
En cautividad se han criado en zoológicos desde los años setenta del pasado siglo aunque, según diferentes estudios, no hay censados más de trescientos en todo el mundo.
«Es una hembra muy bonita y si encontráramos un macho en el futuro podríamos cruzarlos para tener más ejemplares de esta especie tan poco habitual», dice el director de este zoo, que lleva ocho años abierto al público.
Existe un gran misterio y muchas leyendas en torno a estos animales que, para las tribus de la región de África de donde son originarios, Timbavati, son sagrados y se les considera ‘ángeles de Dios’ o ‘seres celestiales’.
Unos dicen que si un león blanco se cruza en tu camino te traerá felicidad; otros, que si lo tocas tendrás tres hijos, explica Moraleda mientras acaricia a Keny.
Todavía no son muchos los que se han acercado a conocerla a este zoológico, en el que conviven más de 150 especies de todos los continentes: tigres, jaguares, osos, cebras y antílopes, entre otros animales.
Su director ha invitado «a todos aquellos que lo deseen» a visitarla, por lo que seguro que en las próximas semanas esta pequeña felina, similar a un peluche, será el principal atractivo del parque y centro de atención de todas las miradas.