El CIS ha dictado su sentencia en el arranque de la campaña para las elecciones europeas del 25 de mayo y ha dicho que las va a ganar el Partido Popular por una diferencia de 2,5 puntos sobre el PSOE. La solvencia del Centro de investigaciones Sociológicas deja poco margen a la interpretación, incluso en una convocatoria donde la abstención es tan alta que de moverse mínimamente podría dar la vuelta a cualquier encuesta.
Revela también el CIS lo que habían dicho antes otros sondeos y lo que todos escuchamos en nuestro entorno, que una buena parte de los ciudadanos ha decidido ya no votar y que otra aún mayor todavía no sabe si lo hará. Teniendo en cuenta que en el año 2009, en circunstancias más favorables para la política, para España y para la UE solo se acercó a las urnas el 46 por 100, es fácil presumir que en esta ocasión la participación estará por debajo. Que más de la mitad no voten ya es en sí mismo un dato que maquilla el resultado, sea el que sea.
El CIS no ha sacado los datos por comunidades autónomas, pero los generales y el histórico de europeas en Castilla-La Mancha indican que el favorito para hacerse con la victoria en esta región es el PP. Y es que el Partido Popular ha ganado todas las elecciones europeas menos una, las primeras. Justo lo contario que en autonómicas, que las perdió todas menos una, las últimas.
A su ventaja histórica le suma en esta ocasión un candidato mucho más del campo, Miguel Arias Cañete, que la socialista Elena Valenciano. Y le resta el desgaste propio de tres años de gobierno en el peor escenario posible para gestionar un presupuesto público.
Lo probable es que el PP gane y lo haga cómodamente en CLM. Cualquier otro resultado supondría un revés muy importante y un aviso grave para las autonómicas, que están más a la vuelta de la esquina de lo que parece, porque un año no es nada cuando se trata de conquistar votos o de perderlos. Que la derrota del PSOE sea previsible en este escenario, y especialmente en CLM, no quita, sin embargo, para que de ser otro el resultado asuman la necesidad de su renovación, en España y en Castilla-La Mancha.
En el arranque de campaña les hemos ofrecido la información del resultado en todas las elecciones europeas y autonómicas celebradas en la región. Más allá de lo evidente, el número de victorias y derrotas de cada uno en cada escenario no es fácil extraer conclusiones claras, aunque sí hay pistas. Les invito a analizar pormenorizadamente esos datos, compararlos con lo que ocurra el 25 de mayo y aventurar un escenario para el próximo mayo, el de 2015, en el que las urnas autonómicas volverán a citarnos.