Con el jurado popular constituido, ha arrancado el juicio contra A.G.S., el hombre acusado de asesinar a María Isabel de la Rosa, la trabajadora de la ONCE desaparecida en agosto de 2021 en Albacete.
La sesión ha comenzado este lunes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete, tras la elección del jurado, compuesto por 9 titulares, cinco hombres y cuatro mujeres, además de dos suplentes, hombre y mujer. Cuatro de ellos son de Albacete capital, mientras que el resto son vecinos de Yeste, Villarrobledo, Almansa, Chinchilla y El Bonillo.
El juicio ha comenzado con los alegatos de las partes, que han explicado a las personas del jurado cuál es la función de cada uno, exponiendo a su vez los hechos que se juzgarán.
Desde el Ministerio Fiscal, al igual que las acusaciones particulares, han señalado que lo ocurrido el pasado 19 de agosto de 2021 es un caso constitutivo de un delito de asesinato, por el que piden la pena de prisión permanente revisable.
Mientras que los abogados de la defensa mantienen que se trata de un homicidio y han pedido que se tengan en cuenta los atenuantes de arrebato y obcecación, así como de confesión y arrepentimiento, dado que el acusado confesó los hechos el mismo día que fue detenido.
En este sentido, el abogado de la defensa solicita una rebaja de la pena, dejándola en 10 años de prisión.
Escrito de acusación
Según el escrito de acusación, los hechos tuvieron lugar el 19 de agosto de 2021, cuando el procesado, aprovechando la relación de amistad que mantenía con la víctima, la invitó a su casa para pagarle unos cupones que le debía e invitarla a una cerveza.
Una vez en el domicilio, A.G.S. pagó a María Isabel los 50€ que le debía y le pidió abrir un par de cupones que la vendedora llevaba.
Tras un rato, cuando el acusado había acumulado ya más de 200€, María Isabel le dijo que tenía que pagarle, manifestando A.G.S. que no tenía dinero, lo que, al parecer, inició una discusión entre ambos.
Fue entonces cuando el procesado empujó a María Isabel, que, debido a los problemas de movilidad que padecía, cayó al suelo. Esta le advirtió que lo denunciaría, momento en que A.G.S. se abalanzó sobre ella y, sujetándole los brazos con las rodillas para impedir que se moviera, le apretó del cuello durante varios minutos hasta asfixiarla.
Compró materiales de obra y la emparedó
Una vez A.G.S. comprobó que María Isabel estaba muerta, envolvió el cadáver en unos plásticos y lo llevó a una de las habitaciones de la casa.
Días después de lo ocurrido, mientras los familiares buscaban a la víctima por todo Albacete, el acusado encargó azulejos, cemento y arena con los que luego construyó un muro tras el que escondió el cuerpo.
En ese mismo habitáculo, el acusado también metió varios rascas, el móvil, el TPV y el chaleco de la Once de María Isabel.
Asimismo, antes de esconder el cuerpo, A.G.S. se quedó con los 50€ que había pagado con anterioridad a la víctima, así como con los cupones y el dinero en efectivo que esta llevaba encima, todo ello por un valor total que asciende a 1.917€.
María Isabel tenía 44 años y vivía con sus padres y sus hermanos en Albacete cuando desapareció. Tenía diagnosticada una hemiplejia derecha por parálisis cerebral mixta de etiología sufrimiento fetal y una inteligencia límite por parálisis cerebral en forma hemipléjica de etiología no filiada, patologías por las que tenía reconocida una minusvalía del 70 %.
El juicio continuará mañana martes con la declaración del acusado.