El presidente del Albacete, José Miguel Garrido, ha asegurado tras conseguir su equipo el ascenso a Segunda que tanto «la ciudad como la afición no merecían estar en Segunda división B».
«En estos momentos me acuerdo de los abonados que han estado durante tres años con el equipo haya hecho frío, lloviera o hiciera calor, porque ellos han posibilitado que el Albacete no desapareciera», ha afirmado.
Aunque buena parte del mérito lo tiene su directiva, la cual aportó «estabilidad» e hicieron «nuestro trabajo» pero, sobre todo, ha destacado el papel decisivo «de la secretaría técnica, el cuerpo técnico y la plantilla».
Tampoco se ha olvidado de las «16.000 personas que han llenado el Carlos Belmonte y han posibilitado que el equipo remontara el cero a dos» para acabar empatando a dos, resultado que le ha dado al conjunto blanco el ascenso, de manera directa, a Segunda.
Por último, ha asegurado que desde el Consejo de Administración se tienen «los pies en el suelo» tras el ascenso «porque seguimos teniendo la deuda que teníamos pero trabajaremos ahora mejor y con más tranquilidad», ha confiado.