La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui necesita 35 familias más de toda la provincia de Ciudad Real de la que ya se han comprometido para poder acoger durante el verano a 145 niños saharauis sobre un total de unos 350 en Castilla-La Mancha.
Así lo ha asegurado la Asociación de Alcázar, localidad en donde las familias colaboradoras volverán a acoger a 7 niños que ya han estado otros años durante dos meses, a los que hay que sumar otros que vienen por primera vez, y para los que es necesario encontrar más familias, ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.
Para incentivar la colaboración en esta nueva edición de la iniciativa ‘Vacaciones en Paz’, la concejal de Cooperación Internacional, Laura Alaminos, ha animado a las familias del municipio a albergar en sus hogares a niños saharauis.
Alaminos ha señalado que en los últimos años ha descendido el número de familias acogedoras debido a la crisis, pero ha insistido en la necesidad de hacer «un pequeño esfuerzo», ya que todos los niños llegan con los gastos del viaje cubiertos y lo único que precisan es hacerles un hueco en casa durante el verano.
En términos similares se ha expresado la presidenta de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Alcázar, Feli Romero, quien ha subrayado que las familias acogedoras sólo deben comprometerse a llevar a los niños acogidos a hacerles una revisión médica completa para tratar los posibles problemas de salud que presenten e incluso realizar alguna intervención quirúrgica si fuera necesario.
Los niños, con edades comprendidas entre 8 y 12 años, llegarán a Alicante desde el campamento de refugiados saharauis de Tindouf (Argelia) y posteriormente se desplazarán hasta Motilla del Palancar (Cuenca), donde entre el 4 y el 6 de julio próximos serán recogidos por las familias.
Romero ha explicado que la estancia de los menores en España les viene bien para mejorar su nutrición, controlar algún problema de salud que presenten y evitar el intenso calor de los campamentos de refugiados en el que muchos sufren problemas de desnutrición y deshidratación.
Entre las actividades conjuntas previstas para todos los acogidos se ha organizado una convivencia en el Centro Social de Consolación, en Valdepeñas, alguna escapada y talleres y juegos.