César del Río
Tranquilos, que llega el Mundial de Fútbol…
Enrique López se saltó todos los dispositivos de seguridad personal que un magistrado del Tribunal Constitucional debería haber puesto para su vida propia, por mucho que oigamos de forma repetida que él también es humano. Ir en moto por el Paseo de la Castellana, o por el camino de tierra más inhóspito que exista en este país, sin casco y cuadruplicando la cantidad de alcohol que una persona puede tomar antes de ponerse ante un manillar o un volante no se lo puede permitir nadie. Repito, nadie. Porque pone en peligro su propia vida y la de los que pasan a su lado. Y es un asunto muy serio. Pero si además te han designado a dedo para ocupar uno de esos puestos intocables, más razón para pensar mucho lo que haces antes de dar un paso en falso. Cierto es que inmediatamente dijo que dimitiría. Lógico, no sólo porque su cara iba a ser portada en todos los medios de comunicación minutos después, sino porque la ley le iba a obligar a ello. Se va antes de que le echen. Una vez más, el Constitucional sale a relucir por lo que no debe.
Horas después, el hospital de Toledo volvía a decir que no aguanta más. El incendio se quedó finalmente en un gran susto, con pacientes, familiares y trabajadores de un ala evacuados tras quemarse un cuadro eléctrico en la primera planta de la zona norte y provocar que el humo ascendiera en cuestión de segundos por las plantas superiores. El infortunio, si así lo fuera, puede ocurrir en cualquier lugar, pero se nota más en aquellos edificios que han agotado de sobra su vida terrenal e incluso la divina. Que hace falta un hospital nuevo en Toledo no es que lo diga yo, es que no hay nadie que lo niegue. Nadie. Absolutamente nadie. Unas instalaciones nuevas que deberían haber estado en funcionamiento en 2012 pero que entraron en «quiebra» mucho antes y que se chuparon euro tras euro hasta ser un saco sin fondo (pero nos quedamos en el esqueleto) mientras el edificio viejo, obsoleto, incómodo, poco accesible, en definitiva el único que hay, el del incendio del domingo, veía cómo le parcheaban porque para qué invertir en él si iba a pasar rápidamente a la historia…
A la historia de los desmanes. Esta semana seguro que escucharemos muchas «lecciones» políticas sobre el particular. Estén atentos. Por cierto, les recuerdo que en marzo de 2011, dos meses antes de las elecciones autonómicas, un informe de Gerens Hill Internacional, empresa representante de la entonces propiedad del nuevo hospital, alertó a la Junta de Comunidades de que esta infraestructura no estaría finalizada hasta mediados de 2017, cinco años después de lo previsto.
Ahí dejo el dato.
Y termino…
Tranquilos, que llega el Mundial de Fútbol…
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