España ahorrará entre 220 y 280 millones de euros gracias al acuerdo logrado con Francia sobre los residuos nucleares de la central de Vandellós, ahora depositados en La Hague (Normandía), y que serán trasladados en 2017 al futuro almacén de espera de contenedores del ATC de Villar de Cañas (Cuenca).
«Hemos salido ganando», ha explicado el director técnico de Enresa, Álvaro Rodríguez Beceiro, durante un viaje de prensa organizado por esta empresa pública para conocer los almacenes temporales centralizados de residuos nucleares de Holanda y Bélgica.
Hace año y medio, se alcanzó un acuerdo sobre este tema por parte de un grupo de trabajo intergubernamental hispano-francés, formado por Enresa y el gigante nuclear francés Areva.
El material radiactivo de Vandellós que retornará a España son 68 cápsulas de residuos vitrificados de alta radiactividad; 84 cápsulas de vidrios de media actividad; 54 cápsulas de residuos metálicos compactados, y en lugar de los 664 metros cúbicos de bultos de media actividad, se acuerda un máximo de 138 cápsulas.
Ello tiene la ventaja, ha explicado Rodríguez Beceiro, de que no serán necesarios tantos viajes para trasladar el material a Villar de Cañas.
Según cálculos de Enresa, frente a los ochenta o noventa transportes inicialmente previstos se realizarán de uno a cinco.
En los últimos años, España ha sido penalizada con más de 66.000 euros diarios por no hacerse cargo de los residuos de la central tarraconense en el plazo acordado.
Las condiciones sobre el retorno de los residuos de Vandellós I, -que sufrió un incendio en 1988, causante del peor accidente nuclear habido en España-, se firmaron en 2001 y preveían la devolución de los mismos, a más tardar, en diciembre de 2010.
Según el director técnico de Enresa, en estos momentos no se abona ninguna cantidad y continuará siendo así hasta junio de 2017, en virtud del acuerdo firmado con el gigante nuclear francés.
En el caso de que se incumpliera de nuevo el plazo, habría que volver a pagar en torno a 67.000 euros diarios, ha añadido el responsable.
Dicho acuerdo implicó la firma de un contrato por el que se abonó 194 millones de euros, pero Enresa calcula que el ahorro total girará «entre los 220 y 280 millones de euros».
El ahorro se deriva de conceptos como el almacenamiento, el transporte y la manipulación del material radiactivo.
La previsión, ha concluido Rodríguez Beceiro, es que el almacén de espera de contenedores esté listo a finales del año 2016, que acogerá, entre otros, el material procedente de La Hague (Normandía, Francia).