La cita entre Susana Díaz y Emiliano García-Page fue el jueves 5 de junio. Comida a solas en Sevilla, un paseo por la ciudad y una conversación intensa y cordial en torno al terremoto interno que vive el PSOE tras el desastre de las elecciones europeas y el adiós de Alfredo Pérez Rubalcaba. Susana Díaz, a la que toda España parece invitar a dar el paso de asumir la jefatura de los socialistas, y Emiliano García-Page, el secretario general del PSOE donde más mayorías absolutas consiguió este partido, Castilla-La Mancha. Ambos pertenecen a la generación del relevo de los políticos de la Transición, a la de Felipe VI y al ala más moderada del Partido Socialista en cuestiones de monarquía o económicas, aunque con diferencias entre ambos, las que da la tierra de uno y otro, básicamente .
Susana Díaz no para de escuchar a diestro y siniestro antes de anunciar si da o no el paso de presentarse a la Secretaría General del PSOE que, por primera vez, será votada en sufragio directo por todos y cada uno de los militantes que quieran hacerlo. No sé si la presidenta andaluza le confesó a su compañero castellano-manchego sus auténticas intenciones, pero sí parece bastante claro que la opción de Susana Díaz sería respaldada por una buena mayoría del partido en CLM y, desde luego, por sus responsables regionales.
Aunque no es menos cierto que la opción preferida por la dirección socialista de Castilla-La Mancha es la de un pacto y una candidatura integradora que, encabezada por Susana Díaz, incluyera a Eduardo Madina y otras sensibilidades.
De momento Madina no ha dado el paso definitivo. Ni tampoco Pedro Sánchez. Solo se conocen las intenciones del representante de Izquierda Socialista, José Antonio Pérez Tapias. El resto parecen estar esperando a que Andalucía diga si acepta o no el órdago. Y luego… Habrá que ver. La opción más extendida es que Madina va a disputar el Congreso. Y que Pedro Sánchez también, pero todos miden al máximo sus tiempos y redoblan contactos internos y externos para medir fuerzas antes de dar un paso adelante o para atrás. En eso de los apoyos a priori la andaluza va ganando, pero el voto es secreto y en un momento como éste puede deparar sorpresas siempre y supongo que eso es lo que Susana Díaz trata de minimizar, porque es la que más tiene que perder si da un paso en falso.
En esta situación de vaivén e incertidumbre, en el PSOE de CLM están obligados a extremar la prudencia, porque Page tiene buena relación con Susana Díaz y Madina, pero el partido, seguramente como ocurre en otras federaciones, ya no es un bloque homogéneo y monolítico. El expresidente José María Barreda sigue comprometido hasta los tuétanos con la opción de Carmen Chacón, autodescartada para el Congreso pero autoconfirmada para las primarias. El secretario general del PSOE de Ciudad Real, José Manuel Caballero, está con Madina. Y cercanos excolaboradores de Page y José Bono trabajan con Pedro Sánchez.
Que el resultado definitivo de la batalla y del Congreso Federal de julio no deje heridas internas no va a ser fácil, aunque casi siempre lo mejor es votar y dar a cada uno su verdadera medida. Es algo que los aparatos temen mucho, eso de colocar urnas internas, pero la sociedad no lo teme nada y suele agradecer los ejercicios de apertura y transparencia.
De momento, todo sigue siendo posible en el PSOE.