domingo, 24 de noviembre de 2024
Convenio Sanidad-CIEES-Soliss - 09 junio 2014

Lourdes, Pedro e Isabel trabajan en el Centro Base de Discapacidad de Toledo, dependiente de la consejería de Sanidad y Asuntos Sociales de la Junta de Castilla-La Mancha, y cada día, en su jornada laboral, digitalizan más de cien expedientes oficiales, casi 600 a la semana.

Su último informe de valoración de rendimiento ha arrojado un resultado del 0,66 % de margen de error, lo que demuestra «la capacitación de estos trabajadores», como ha asegurado el presidente de la Fundación CIEES, Eduardo Martínez, para quien «su grado de eficiencia nos lleva cada día a sorprendernos».


Y es que Lourdes, Pedro e Isabel son discapacitados intelectuales que desde el pasado mes de enero disfrutan, junto a otros tres compañeros, de un contrato gracias al convenio suscrito entre la consejería de Sanidad y Asuntos Sociales, la Fundación CIEES y la aseguradora Soliss.

Se trata de una iniciativa que el director general de Mayores, Personas con Discapacidad y Dependientes, Juan José García Ferrer, ha calificado de «fundamental» y que va encaminada a «la plena inclusión social y laboral de las personas con discapacidad».

García Ferrer, que ha visitado hoy a estos discapacitados en su puesto de trabajo, ha insistido en la idea de que «no se trata sólo de vivir, sino de tener una vida útil y satisfactoria».

De poner en marcha el proyecto se encarga la Fundación CIEES, gracias a la donación de Seguros Soliss, que ha aportado 39.150 euros para sufragar los contratos: «Es el dinero mejor empleado de la empresa», ha asegurado Eduardo Sánchez Butragueño, director de Área Social, quien ha insistido en que al final «las empresas son como las personas, más felices cuanto mas útiles nos sentimos».

De momento, los seis contratos se han ligado a la digitalización y gestión documental en el Centro Base y en los Servicios Periféricos de Discapacidad, aunque el proyecto tiene vocación de permanencia: «seguiremos con otros proyectos vinculados a la digitalización de todos los registros documentales de los servicios sociales especializados», ha adelantado García Ferrer.

Sería una nueva oportunidad para personas como Lourdes, Pedro e Isabel, de 29, 32 y 40 años respectivamente, que cada jornada acuden a su puesto de trabajo con la ilusión del primer día.

«Yo estoy orgulloso de estar trabajando», ha afirmado convencido Pedro: «Yo nací para trabajar, y si no trabajo, me aburro».

Del mismo modo, Isabel ha explicado que le «gusta mucho» su trabajo y sus compañeros, y que cada día llega a Toledo desde su pueblo, Mora, «encantada» de poder trabajar.

Al igual que Lourdes, que vive en Fuensalida, y que ha contado orgullosa que en las pasadas elecciones europeas formó parte de una mesa electoral.

Lourdes también se ha mostrado «orgullosa» de poder trabajar: «venimos a las nueve y nos vamos a la una», cinco horas cada día que, sin embargo, «no se nos hacen pesadas». 

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