César del Río
La Fiscalía dice que los norteamericanos no han espiado en España, que esos 60 millones de llamadas (sí, sí, no hay error en la cifra) que captaron en apenas un mes, entre diciembre de 2012 y enero de 2013, fueron, y esto ya lo digo yo, casi como una especie de broma navideña porque esa «recogida masiva de metadatos» que generaron esas llamadas no sirvió para vulnerar la intimidad de las personas. Y olé. Un buen pase de pecho para solucionar el problema. Al fin y al cabo qué más nos da, pensarán, si no sabemos que algunas de las nuestras estarán entre esos 60 millones. A oídos sordos…
¡Que no se oye nada, oiga!
Qué raros son estos americanos, que escuchan pero no espían… Se ponen el zapatófono al oído y aquello suena ininteligible. Si les pillara Mortadelo…
Eso sí, la Fiscalía deja la puerta abierta para no mosquearnos mucho más con aquello tan manido de «sin perjuicio de la posterior reapertura de las diligencias si llegaran a nuestro conocimiento nuevas informaciones». No sé por qué pero a mí me da que nunca más van a llegar. Es más, usted y yo sabemos que jamás llegarán, ni a su conocimiento ni al nuestro, nuevas informaciones. Que los metadatos de marras se han «escapao» y ya no hay quién los pille.
Conclusión: si no han escuchado las conversaciones, para qué querían esos dichosos metadatos (dicho sea de paso, la palabreja ésta no está recogida en el Diccionario de la RAE, qué cabrona, está escondida para que no la espíen), para qué se han metido en los teléfonos de los demás, para qué… ¿O es que alguien entra en la casa de otro solo para ver lo bonita o fea que es? ¿Para admirar las joyas que tiene?
Pardiez…
Y LA QUE HA LIADO EL GRIEGO EN TOLEDO
¿Quién se lo iba a decir a él? 400 años después…
Ha sido, sin duda, la exposición de las exposiciones. Siempre mais. La que ha liado el griego en Toledo durante los tres últimos meses no lo vamos a palpar, no lo vamos a comprobar en realidad hasta que a partir de ya mismo nos demos cuenta de que el Greco ha vuelto de nuevo a su tumba justo cuando el calor más aprieta.
Porque esas riadas diarias de gente por el casco histórico de Toledo, entre excursiones de los más jóvenes hasta las de personas mayores que llegaban al Museo Santa Cruz para ver lo que en su vida habían imaginado, no se volverán a ver. No. Negocio para casi todos, muy buen negocio, que ahora habrá que ver cómo se maneja con aquellos que quieran más y más…
El Greco ha devuelto a Toledo, con creces, lo que Toledo le dio a él.
cesardelrio@encastillalamancha.es