El presidente de la Fundación El Greco 2014, Gregorio Marañón, cree «firmemente» en unir después de 2014 en un gran museo nacional del Greco, que estaría emplazado en el Museo de Santa Cruz, las dos colecciones de cuadros del pintor que hay en la ciudad, aunque afirma que esta tarea «ahora le toca a otros».
Gregorio Marañón ha expuesto la idea de que las obras pictóricas del Museo del Greco, ubicado en el barrio judío de la capital castellanomanchega, se unan a las del Museo de Santa Cruz, resolviendo así «el problema» de a qué destinar este espacio cultural.
«Estoy convencido de que este extraordinario edificio cuenta con todas las condiciones para albergar esa potentísima institución cultural que podría formarse», ha afirmado en una entrevista con Efe.
El Museo del Greco, por su parte, propone convertirlo en la ampliación del Museo Sefardí, en un centro de interpretación, y abrir allí «los mejores baños medievales judíos», que se encuentran en este edificio.
Argumenta que el Museo del Greco, una institución inaugurada en 1911 como casa-museo, ya se ha encargado de aclarar que allí no fue donde vivió el pintor, por lo que este no es un motivo para conservarlo con el mismo cometido.
Marañón recalca que Toledo tiene la judería «más importante» que hubo en Europa y el barrio «tiene potencial de riqueza, de atracción de visitantes y de gestión cultural», con lo que no sería un problema para los comerciantes del barrio que se trasladasen las obras del Greco.
Así, apuesta por desarrollar un programa para el barrio judío de Toledo con el fin de atraer visitantes, que podrían también incluir exposiciones temporales.
Con todo ello, cree que la creación de un gran museo nacional del Greco en Santa Cruz es «una fórmula ganadora» y «que suma por los dos lados».
«Pero este ambicioso proyecto que tanto enriquecería a Toledo compete únicamente a las administraciones públicas», afirma.
Marañón, que ha pasado los últimos cuatro años de su vida dedicado a la organización de los actos de la conmemoración del cuarto centenario de la muerte del Greco, dice que ahora necesita recuperar algo de su tiempo personal para acometer otros proyectos que tiene en espera, como terminar un libro sobre el Cigarral de Menores, el lugar que heredó de su abuelo, el doctor Marañón.