El pasado viernes 13, el fotógrafo castellanomanchego Máximo Arroyo fue distinguido con uno de los galardones de los premios Dedales de Oro 2014. Como ya contó encastillalamancha.es, su currículo es impresionante. Ha trabajado con top models de primer nivel como Nieves Álvarez, Verónica Blume, Martina Klein o Helena Barquilla; también ha realizado trabajos en el mundo de la cultura junto a Fernando Guillén, Ana Milán o Úrsula Corberó… Además, ha publicado en medios de comunicación de medio mundo. Máximo Arroyo atiende inmediatamente la llamada de Encastillalamancha y nos cuenta el secreto de su éxito.
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Vive en Madrid, pero es de Bolaños de Calatrava, municipio ciudadrealeño al que viaja cada 14 días aproximadamente para ver a su madre. Hace un mes recibía una carta donde se le informaba que había recibido uno de los Dedales de Oro 2014. Sensaciones contradictorias, entre «grandísima sopresa» y «puede ser una broma», se agolparon en su mente. Al final, era real y el pasado viernes 13 recibía el galardón en una gala «muy emotiva».
Lleva casi 16 años en este mundo y, tras recibir el premio que considera el más importante de su carrera hasta el momento, no puede por menos dedicárselo a su madre, a su familia y, por supuesto, «a los compañeros que están detrás de la cámara» porque es consciente de que «hay que trabajar muy duro».
Su primera opción no fue la fotografía. Comenzó estudiando veterinaria, pero durante el segundo año de carrera se dio cuenta de que una cosa es que te gusten los animales y otra la ciencia médica. Lo dejó y descubrió el mundo de la fotografía.
«En las fiestas del pueblo organizaban un maratón fotográfico», comentaba a Encastillalamancha Máximo, que recuerda que decidió presentarse. Fue ahí donde se dio cuenta de que le encantaba dicho mundo, principalmente el retrato, aunque al final la moda fue el camino elegido, lo que «me apasiona».
Reconoce que ha vivido situaciones curiosas y destaca la humildad y cercanía de personas famosas a las que ha tenido la oportunidad de fotografiar. Habla maravillas de Ana Milán, asegura que Fernando Guillén es «una persona encantadora» y confiesa haber cumplido un sueño cuando pudo fotografiar a Helena Barquilla, una mujer «indescriptiblemente bella tanto por fuera como por dentro. Fue para mí un honor y una alegría inmensa».
Hablar del trabajo de Máximo Arroyo es hacerlo de publicaciones en medios de comunicación como Yo Dona, Elle Mexico, Oceandrive (de Venezuela)… Para hacerse una idea ha llegado a pubicar en Brasil, Rusia o China, entre otros países.
El secreto, «trabajando muy duro» y «llamando a muchas puertas», porque todo lo alcanzado ha sido gracias » a mi esfuerzo». Un esfuerzo y un trabajo reconocido ahora con un Dedal de Oro, galardones que preside Beatriz de Orleans, y cuyo jurado está compuesto por Nacho Jacob, director de la agencia de comunicación Jacob Fitzgerald y fundador de los galardones; el fotógrafo de moda Víctor Cucart; y los periodistas Rosa Villacastín y Nieves Herrero; mientras que como miembros de honor se encuentran Javier Larraínzar, Elio Berhanyer, Agatha Ruiz de la Prada y Victorio y Lucchino.
Por eso, cuando se le pregunta a Máximo por el valor de este reconocimiento, destaca la importancia del mismo y reconoce sentirse muy orgulloso. Ahora lo que toca es «seguir luchando» y «no parar» de trabajar.
Máximo Arroyo posa en el photocall de los premios Dedales de Oro con un increíble esmoquin de Gucci y la pajarita, diseño de otro de los premiados, del diseñador gallego Franco Quintans.