La ciudad de Toledo ya está preparada para vivir su día grande, el del Corpus Christi. Las calles están engalanadas para celebrar esta Fiesta de Interés Turístico Internacional, y no es para menos. De los balcones penden telas bordadas, el suelo está tapizado con hierbas aromáticas y en los muros de la Catedral se cuelgan los enormes tapices flamencos de los siglos XVI y XVII. Una mañana, la del jueves, en la que gigantes y cabezudos pasean por donde más tarde lo hará la custodia de Enrique de Arfe. Una procesión para los sentidos, donde el color que viste las calles se suma al olor del romero y el tomillo que hacen las veces de gran alfombra por todo el recorrido procesional.
A las 10.00 horas comenzará la santa misa presidida por Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Toledo, primado de España. Será en la Catedral desde donde partirá a las 11.00 horas la procesión con el Santísimo Sacramento en la Custodia de Arfe.
Una procesión que dura alrededor de unas tres horas y que está acompañada por hermandades, cofradías… El piquete de la Guardia Civil a caballo y con traje de gala junto a los timbaleros municipales inician la marcha. Tras ellos, la banda de gala de la Guardia Civil, el pertiguero -que se encargará de anunciar con su vara la llegada del Santísimo Sacramento…
Durante el recorrido, se verán pasar a niños y niñas de primera comunión, a hermandades como la del Cristo Cautivo o la de Jesús Nazareno y la Madre de la Soledad. También participará la Asociación de Damas de la Inmaculada, la Cofradía del Santísimo Cristo de la Vega, la Cofradía de Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilano, el Capítulo de Caballeros Mozárabes…
Entre el humo del incienso y las nubes de flores avanzará el Santísimo Sacramento y lo hará en la Custodia sobre una carroza del siglo XVIII.
La Custodia de Arfe mide 2,50 metros de altura, tiene un total de 12.500 tornillos que la sujetan, 260 estatuillas y 5.600 piezas. Su peso, sin contar las pedrerías y perlas, es de 183 kilos de plata más 18 de oro.
Tras ella el arzobispo de Toledo, las autoridades políticas, representantes de la Universidad de Castilla-La Mancha y, finalmente, el ejército será el encargado de cerrar hasta el próximo año uno de los eventos más sentidos y esperados por los toledanos.