Ahí donde le ven se pone delante de un lobo y no tiene miedo, «lo digo de corazón y no es por hacerme el chulito ni nada», a pesar de que le digo que yo y la mayoría de los mortales nos acojonaríamos. Es escuchar la palabra «lobo» y agudiza las orejas, fija la mirada y… Se pone a hablar y no para de un animal que considera que es «un librepensador de nuestra fauna, casi como un fugitivo, un antisistema…». Por eso, si tuviera frente a él a un cazador le diría que…
¡Átense los machos que llega la Entrevista Irreverente (lo que leen es un adelanto porque íntegra la podrán ver mañana viernes) a, con casi toda probabilidad, el hombre que más sabe en España de lobos! Muchos le llaman el Félix Rodríguez de la Fuente de nuestra era, pero él se considera un naturalista, responde al nombre de Luis Miguel Domínguez y es un «lobo» más porque los conoce, los huele, los sigue, los protege, los da cariño, los…
Su amor por el campo le viene de su infancia, su madre es de Los Navalmorales (Toledo), donde él pasaba los veranos. Hasta hoy, que fundó la Asociación Lobo Marley, que preside, después de haber filmado a estos animales por toda la Península Ibérica, se ha empeñado en que los ganaderos entiendan que viven en tierra de lobos y que tanto estos como las ovejas y los corderos pueden vivir en paz y armonía, que no es eso de ganado sí, lobos no. Que no, que no…
Canten conmigo: «Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo…». Por cierto, que Domínguez se considera admirador del Papa Francisco y agnóstico practicante, «mucho más que los católicos no practicantes, que yo alucino con ellos». Entonces, aquello que dijo Hobbes de «el hombre es un lobo para el hombre» se ha quedado en que «esa puñetera frase…».
Más de campo que las amapolas, bueno, en realidad es como una margarita, nuestro protagonista tiene una dilatada vida detrás de él. Por ejemplo, ¡qué mal lo pasó cuando estuvo detenido 48 horas en Estados Unidos porque al tener una estrella de sherif, de plástico, encima de la mesa y en casa de su hijo, le acusaron de tratar de usurpar sus funciones! Mañana conocerán todos los detalles, pero quédense con esta frase: «Estuve en una celda con otras nueve personas que seguramente más de un lector tuyo, si se cruzara con ellos por una calle, no volvía a dormir en tres años, por el talante que tenían y la vida que habían llevado hasta llegar a esa cárcel». Al final salió libre sin cargo alguno porque no había hecho absolutamente nada y la acusación era una auténtica locura, pero aún, cuando lo recuerda… ¡¡¡Coño, que de hecho no ha vuelto a pisar Estados Unidos porque…!!!
Uffffff…
Por cierto, ¿quieren saber qué opina de los agentes medioambientales? ¿Y del cuidado al lobo en Castilla-La Mancha? Mañana, mañana…
Todavía recuerda cuando en un viaje por Masai Mara, la sabana de Kenia donde los animales salvajes campan a sus anchas, se topó, él solito en su tienda de campaña, con un león que… Domínguez con una espada masai en el interior de la tienda, el bicho fuera a escasos metros y rugiendo… ¡¡¡Joder, que en ese momento sonó su iPhone y era su chica, que le quería contar lo bien que se lo estaba pasando en la madrileña verbena de la Paloma!!! Ja, ja, ja… Sí, sí, ahora se ríe, pero no sudó tanto en su vida… Por cierto, que al final el león no se le comió, no… El final de la historia fue que…
Venga, terminemos con un poquito de cachondeo. ¿A qué se referirá cuando nos dice que el gran Íker Jiménez «¡no ha visto un extraterrestre en su vida!»? Y en una película porno, ¿a ver, Domínguez, qué tal se sentiría? ¡Ojo a la respuesta!
Ahhh…, que no se me olvide. Oiga, y usted, señor naturalista, eso de practicar sexo al aire libre, ¿cómo lo lleva? Les cuento un pequeño adelanto de su respuesta: «Fue en los molinos de viento de Consuegra (Toledo), estábamos en plena acción sexual, oscuridad total, ¡¡¡pim, pam, pim, pam!!!, y de repente veo que mi sombra…».
Ja, ja, ja… Tranquilos, que mañana viernes tendrán la sesión completa y apta, como podrán comprobar, para todos los públios. ¡Porque fue apoteósico!