La Guardia Civil ha imputado a dos personas de 32 y 51 años por un presunto delito contra el patrimonio histórico por causar daños en el yacimiento arqueológico de Guarrazar, en Guadamur (Toledo).
Los hechos, de los que ha informado hoy la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha en una nota de prensa, ocurrieron el pasado 20 de mayo, cuando agentes del Seprona de la Guardia Civil observaron que varios sillares de una construcción visigoda habían sido arrancados de su ubicación original y amontonados en una zona próxima al lugar de donde habían sido extraídos.
Uno de los imputados cometió esta acción cuando realizaba labores de acondicionamiento de un olivar plantado recientemente en una de las parcelas que conforman el yacimiento arqueológico de Guarrazar.
El Seprona comunicó los hechos al Ayuntamiento de Guadamur, promotor del yacimiento, y al personal técnico adscrito al Servicio de Patrimonio de la Dirección General de Cultura para que determinara el alcance de los daños producidos en el yacimiento y otros que pudieran haber afectado a zonas aún no excavadas.
Las actuaciones del Serpona culminaron con la imputación el pasado 10 de junio del autor material de los trabajos y del administrador de la propiedad, quien había instado a su realización.
Los dos imputados han sido identificados como R.M.A. y M.M.B., y las diligencias remitidas al Juzgado de Instrucción de Guardia de Toledo.
Los arqueólogos que trabajan en el yacimiento de Guarrazar han hallado indicios de asentamientos de épocas hispanorromana, visigoda e islámica.
Actualmente, los trabajos de excavación se centran en distintos vestigios de un conjunto de tipo religioso monacal, estrechamente vinculado con la monarquía visigoda y con la aparición de las coronas votivas conocidas como ‘Tesoro de Guarrazar’, que fue descubierto en este yacimiento en el siglo XIX.