El ciclismo español llora la pérdida de Federico Martín Bahamontes. Uno de esos mitos del deporte de las dos ruedas es Miguel Induráin, que se ha acercado hasta la capilla ardiente en Toledo para despedir al «Águila de Toledo».
Induráin ha destacado el carácter del toledano y ha subrayado que sus hazañas «aún se recuerdan por Francia». «Ha ganado premios como uno de los mejores del Tour», ha añadido. A su vez, el ciclista navarro ha recordado con alegría el carácter «más explosivo» de Bahamontes, frente al suyo, que era más tranquilo.
«Su forma de correr era más estilo película, más atacante, más escalador, pero siempre daba consejos. Que si el aire, el moverte en abanicos, el calor… Todo. Luego, si le hacías caso bien, y si no, no le importaba», ha explicado Induráin con una sonrisa en recuerdo de Bahamontes.
Carlos Sastre recuerda que Bahamontes era «como un padre o un abuelo»
Otro de los ciclistas españoles que han alcanzado la gloria en París es Carlos Sastre, quien también se ha acercado a la capilla para recordar a Bahamontes como «un padre o un abuelo, alguien entrañable que te contaba esas hazañas, esa parte de fábulas y esa parte de verdad».
Para Sastre es un día triste, pero se queda «con el recuerdo de una persona entrañable, que está hecha a sí misma y que hizo lo que quiso hacer y lo que hizo de la manera correcta».
«Creo que es lo más bonito, nos quedan los recuerdos, esos momentos y tuve la suerte de compartir con él muchos. Durante el Tour y durante las carreras más importantes siempre tenía esa llamada para darme un consejo y siempre tendré ese recuerdo suyo, que para mí es especial», ha subrayado Carlos Sastre.