El dato de inflación en julio en Castilla-La Mancha no ha crecido especialmente, un 0,2% más con respecto al mes anterior, pero hay dos sectores donde los precios sí lo han hecho: los alimentos y los carburantes. En el caso de los Alimentos y las bebidas no alcohólicas, en un año los precios han crecido un 11,6% en Castilla-La Mancha.
Ante estos datos, los sindicatos CCOO y UGT explican que, pese a que la inflación es la más baja en todo el año, se debe poner el foco en aumento de beneficios empresariales de las grandes cadenas de supermercados, así como en los salarios para afrontar la inflación.
La inflación en CLM crece 0,2 puntos en julio con los alimentos un 11,6% más caros que hace un año
CCOO pone el foco en los salarios para recuperar poder adquisitivo
Desde CCOO CLM, Nunzia Castelli, secretaria de Acción Sindical, ha destacado que la inflación subyacente sigue en aumento (con un 6,2% en España), algo que para los hogares supone una realidad muy difícil. «El incremento de precios en algunas partidas como energía o alimentación están muy por encima de la media general, y eso afecta en proporción mayor a las familias con rentas más bajas, que tienen que dedicar un porcentaje mayor de sus ingresos a este gasto», explica Castell.
Por eso, desde el sindicato se reafirman en «lograr subidas salariales que permitan recuperar el poder adquisitivo perdido a lo largo de 2021 y de 2022″ a través de la negociación colectiva. «Vivimos en una región que se caracteriza por sueldos más bajos que la media, aquí más que en cualquier otra parte toca profundizar por políticas públicas que apuesten por la protección social, el control de precios, y desde el diálogo y la concertación con empresas y trabajadores desde el diálogo social», subraya.
UGT propone medidas para frenar el beneficio empresarial de los supermercados
Para UGT, es «preocupante que el incremento de los precios de los alimentos parezca no tener techo». Isabel Carrascosa, secretaria de Empleo y Política Sindical, advierte que el crecimiento de precios supone que «en muchos hogares no puedan hacer frente a este encarecimiento de la cesta de la compra». Una realidad que «evidencia la falta de competencia en sectores clave como el de la distribución alimentaria, donde unos pocos supermercados poseen el poder suficiente para mantener los precios elevados en detrimento del interés general», argumenta Carrascosa.
Ante ello, el sindicato propone, al igual que se hizo con la excepción ibérica del gas, «desplegar medidas que limiten los beneficios cosechados por una parte del tejido empresarial, garantizando unos precios asequibles y justos para la clase trabajadora».