La empresa Teógenes Ruiz de Tarancón (Cuenca), que se dedica a envasar raciones militares para las Fuerzas Armadas, ha donado 2.550 raciones de comida envasada para los niños de la localidad que estén en situación de necesidad alimentaria.
La donación se ha organizado dentro del programa «Compartir», que organiza el Ayuntamiento de Tarancón, cuyos servicios sociales serán los encargados de repartir la comida, según ha explicado a Efe la alcaldesa, María Jesús Bonilla.
La primer edil ha agradecido la solidaridad de la empresa, a la que propuso «destinar la donación a los niños que no tenían garantizada por lo menos una comida».
Bonilla ha señalado que esta donación supondrá repartir raciones individuales de «alimentos con una calidad sanitaria contrastada, como sopa, cocido, magro con tomate, sardinas… entre las familias con niños que tengan problemas para garantizar su alimentación durante este verano».
La alcaldesa ha asegurado que el proceso se realizará con informes de los Servicios Sociales del Consistorio y bajo «la más absoluta discreción».
Son más de 700 kilos de comida, ha manifestado Bonilla, que calcula que servirán para cubrir las necesidades que ha detectado el Ayuntamiento durante la época estival, ya que hay que tener en cuenta que «en verano, al igual que cierran los centros escolares, hay niños que no están en Tarancón».
En todo caso, la alcaldesa ha garantizado que si fuera necesario, buscarán la forma de ampliar los recursos dentro del proyecto «Compartir».
Bonilla ha recordado que este proyecto se puso en marcha en octubre de 2012 «para coordinar y conseguir recursos privados allí donde no llegan los públicos. Al llegar al Ayuntamiento detectamos que había gente que no podía ni comer o comprar unas gafas para sus hijos».
La alcaldesa ha indicado que este proyecto, en el que participan muchas empresas de Tarancón y de fuera de la localidad, así como particulares, no se limita a la alimentación, sino que ha servido en estos años para «pagar medicinas, gafas, recibos, libros…»
En todo caso, ha señalado que «no es un fin en sí mismo», sino una manera de superar esta etapa de necesidad, y que será clausurado cuando las personas incluidas en él dispongan de un puesto de trabajo que les permita cubrir «las necesidades básicas».