domingo, 24 de noviembre de 2024
04/07/2014junio 9th, 2017

Un proyecto del arquitecto ciudadrealeño Moisés Royo fue uno de los tres finalistas de los prestigiosos premios de arquitectura FAD, uno de los más importantes de España. Lo que le validó colarse entre los 25 proyectos finalistas (sobre 382 propuestas de España y Portugal) ha sido la adecuación del acceso y el columbario (urnas cinerarias con las cenizas de los fallecidos) del cementerio de Robregordo (Madrid).

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Moisés Royo, un apasionado de su trabajo de 32 años que se formó en Madrid porque en su época estudiantil no había aún estudios superiores de arquitectura, revela que su logro tiene especial mérito si se compara el precio de su proyecto, 39.000 euros, con los de los otros dos finalistas: cuatro y seis millones de euros.

En el proyecto de Royo, el jurado ha tenido en cuenta «la adecuación de volúmenes y tonalidades de columbario con la sierra de Madrid». Además, han valorado que la obra «confronta la nueva y escueta arquitectura con lo existente, a la vez que resuelve tanto el programa como la representatividad de este pequeño espacio funerario. El acertado uso de los materiales -hormigón y granito- dialoga tanto con el paisaje como con el antiguo cementerio».

Royo habla con entusiasmo de su trabajo, de cómo ha dotado al entorno de bancos y pérgolas (cubrición), de cómo la obra ha merecido la visita de personas que han viajado hasta una pequeña población de 50 habitantes para apreciar las novedades en el diseño arquitectónico que presenta.

Solo con esto último, el joven arquitecto ciudadrealeño se siente muy satisfecho, por el hecho de haber llevado vida y experiencia al pueblo. Se nota que él y la empresa para la que trabaja, Muka Arquitectura, tienen una concepción del espacio en su sentido más amplio, por eso congenia con Arquinfad, que es la asociación interdisciplinaria de diseño del espacio del FAD (Fomento de las Artes y del Diseño). Es una asociación cultural, independiente y sin ánimo de lucro que, desde su fundación, ha tenido como objeto agrupar y apoyar a todos los profesionales e instituciones que comparten dicha concepción, la cual afecta a arquitectos e interioristas e incluso a los nuevos profesionales especialistas en otras disciplinas.

A Royo y su estudio le va trabajar con cosas como él llama «raras», sacarle partido a todo, aprovechar al máximo los proyectos, como el de la iluminación del Castillo de Lozoya, que acabó contando con una iluminación de emergencia inesperada y por el mismo «precio» que le había presupuestado al alcalde, 49.000 euros, solo que este no contaba con esta novedad y con algunas más de diseño que Muka incorporó.

A Moisés Royo y su estudio, Muka Arquitectura, han hecho un albergue a partir del material del reciclaje de «containers» de transportes de mercancías, ha convertido un viejo edificio del siglo XVIII en un hotel…

El arquitecto ciudadrealeño ya se siente bien recompensado con haber llegado a ser finalista de los Premios FAD 2014. Aprovecha su buen momento para expresar sus deseos de trabajar en la región.

Al final, el primer premio fue para el proyecto del Valle Trenzado en Elche, del grupo Aranea.

En el presente reportaje se adjuntan fotos del proyecto de Moisés Royo, de él mismo y del acto de entrega de los premios, celebrado ayer jueves en Barcelona, junto a la presentación de los proyectos finalistas.

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