La consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, ha afirmado que «el sector del vino de Castilla-La Mancha ha dado un salto de calidad permitiendo que, junto a las variedades tradicionales, se haya incrementado la presencia de otras variedades de uva», diversificando así la producción de vinos.
María Luisa Soriano ha presidido hoy en Las Ventas de Retamosa (Toledo) la entrega de premios del XXV Trofeo Garnacha, el Concurso Nacional de Catadores de Vino, que este año ha hecho un reconocimiento a la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, por su labor en defensa del sector del vino.
La consejera ha destacado que «los viticultores han sabido adaptarse muy bien a los diferentes suelos y climas de la región, lo que ha supuesto que las bodegas cuenten con una amplia gama de vino de calidad para competir en los mercados internacionales»
Ha subrayado que esta apuesta del sector por nuevas variedades ha contado con el impulso del Gobierno regional a través del ambicioso programa de reestructuración y reconversión de viñedos, al que se han concedido en esta legislatura 200 millones de euros y que contará con otros 209 millones hasta el año 2018.
Por otro lado, la titular de Agricultura ha resaltado la implicación del Gobierno de Castilla-La Mancha en el desarrollo del sector agroalimentario, con acciones como la apuesta por la formación.
En este punto, ha recordado que ayer el Diario Oficial publicó la nueva convocatoria de ayudas dirigida a entidades colaboradoras y organizaciones agrarias para la puesta en marcha de cursos de formación y capacitación.
Ha detallado que esta convocatoria cuenta con un millón de euros y tiene como novedad que por primera vez se habilitan ayudas -el 30 % del total- para la formación de gerentes y altos directivos de empresas y cooperativas agroalimentarias, con el fin de ayudarles a mejorar en su gestión y en la comercialización de los productos agroalimentarios de la región.
Asimismo, ha informado de otra nueva ayuda que también recogió ayer el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, en este caso destinada a impulsar las industrias de transformación y comercialización de la pesca, que cuenta también con un millón de euros y va dirigida a jóvenes, mujeres y pequeños o medianos empresarios de la acuicultura que quieran crear una nueva empresa dedicada a este sector o ampliar y mejorar la existente.