jueves, 19 de septiembre de 2024
sanidad 08/07/2014junio 9th, 2017

El Sindicato de Enfermería en Castilla-La Mancha (Satse) ha denunciado que en verano se cerrarán más de 900 camas en los hospitales de la región, mientras que el Sescam ha defendido que la asistencia sanitaria estará garantizada durante estos meses y se abrirán todas las camas que sean necesarias.

En un comunicado, el Satse ha indicado que, por provincias, en los hospitales de Albacete cerrarán 118 camas, de ellas 102 en el Complejo Hospitalario de Albacete y 16 en el hospital de Hellín, y en torno a 193 camas cerrarán en los hospitales ciudadrealeños -80 camas en el Hospital General de Ciudad Real, 72 en el hospital Mancha Centro de Alcázar, 25 en el hospital de Manzanares y 16 en el Santa Bárbara de Puertollano-.


Además, según sus datos, en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca cerrarán 79 camas; unas 200 camas en el Hospital de Guadalajara y 344 en los hospitales de la provincia de Toledo, de ellas 155 camas en el Complejo Hospitalario de Toledo, 49 en el Hospital nacional de Parapléjicos y 137 en el Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera.

Según el Satse, esta medida es «abusiva, que obedece a criterios economicistas», pues ha denunciado que «no se tienen en cuenta las necesidades asistenciales».

En cambio, fuentes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) han afirmado que, tanto en verano como en invierno, el número de camas en los hospitales de la región está en función de la demanda asistencial de cada momento, por lo que han garantizado que habrá las camas suficientes para atener las necesidades asistenciales.

Además, han indicado que como los profesionales sanitarios y no sanitarios tienen sus vacaciones en verano, se ajustan las camas a los profesiones y a la demanda de los ciudadanos.

El Sescam ha criticado que este sindicato «lance la voz de alarma ante una cosa que se hace todos los años, en todas las comunidades autónomas y que se lleva haciendo años».

De hecho, a su juicio, la planificación de recursos en los meses de verano es una «buena práctica de gestión sanitaria» y ha afirmado que sería mala gestión por parte del Sescam mantener abiertas un número de camas que no se utilicen, debido a la reducción de la demanda.

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