No cabe ninguna duda de la relevancia nacional que en los últimos meses ha adquirido el alcalde de Toledo y prácticamente el único referente, si hablamos de liderazgo político, del PSOE en Castilla-La Mancha. De ahí que su nombre, para bien o para mal, salga en cualquier tertulia, reunión de patio de vecindad o en el bar de la esquina. Y como en el PP saben quién es el rival a batir durante los próximos años, pues tienen claro que Page es, al menos de momento, el único que les puede inquietar.
No sabemos si será por esto o no, pero Emiliano García-Page escribió hace apenas unos días en su cuenta de Twitter el siguiente mensaje:
«Últimamente recibo bastantes descalificativos. Ese no es el mejor camino de la política, la de verdad, la que debe preocuparse de ciudadanos».
Y como no se tuvo que quedar a gusto con el contenido del tuit, escribió unos cuantos caracteres más: He aquí lo que dijo:
«Seguiré siempre fiel a mi estilo. El diálogo, la discrección y avanzar poco a poco. Gracias por escucharme y por dejarme escucharos a todos».
¿Quiénes le descalifican? ¿Qué han dicho de él? ¿Empezará una nueva batalla a partir del próximo lunes cuando, 100 por 100 de seguridad, se convierta en el nuevo secretario regional de los socialistas castellano-manchegos en sustitución de José María Barreda?
¡Esto está que arde!