Es un maestro de lo suyo, un fenómeno con las manos, un artesano de toda la vida, de esos que convierten en arte todo lo que tocan, de los que consiguen que el ruido sea música y que cuando agachan la cabeza y se ponen a trabajar…
«Forjadores de sueños, pasión por el hierro…»
Sí, artesanía pura y dura. Sin más.
Es «el Francés», como le conoce todo el mundo, aunque en realidad hablamos de Pedro José Martínez Guijarro, forjador y herrero, que lleva toda la vida en este mundo porque su padre y abuelo ya lo eran. La saga de los Pedro José, porque así se llaman los tres. Y así lo cuenta: «Mi padre fue un forjador en una fragua y se fue a trabajar a una empresa artesana a Francia, donde aprendió diversas técnicas. Por eso le conocían como ‘el Francés’ y por eso me conocen igual a mí. De él aprendí. Y allí se le reconoció y ganó prestigio por su alto grado en el conocimiento de la técnica», tal y como comenta en conversación telefónica con encastillalamancha.es.
Piezas exclusivas «y obras de autor. Somos paciencia, somos cultura popular y técnicas ancestrales», afirma en su página web. «Forjadores de sueños, arquitectos de ideas y de diseños. Desprendemos pasión por el hierro a través del oficio del fuego y el yunque. Cada elaboración es una joya única que muestra la expresión de la imagen personal tanto del artista como del propio cliente».
Pedro José Martínez, «el Francés», forjador y herrero, en su taller de Belmonte (Cuenca). Foto: forja-artistica.es.
«Hago lo que me pide el cliente»
Pedro José vive y tiene su taller en su localidad natal, Belmonte, en la provincia de Cuenca. Tiene 60 años y si entran en su página web (forja-artistica.es) podrán admirar sus maravillas. «Hago lo que me pide el cliente, ahora hago muchas barandillas con hojas (motivos florales), es lo que más me solicitan, rejería, marcos..» Pero su pieza favorita, «un dragón. Aquí, en Belmonte, hay casas señoriales con adornos en plan de dragones, para proteger a sus habitantes, y por eso se hacen mucho».
Su lamento, que los artesanos actuales apenas tienen relevo, «salen muy pocos, no viene casi nadie detrás. Me temo que mi taller se cerrará cuando yo me jubile. Dentro de unos años puede cambiar la tortilla, pero por ahora no…».
Algunos de los trabajos del «Francés». Foto: forja-artistica.es.
La importancia de Farcama «para la gente que está empezando»
Por eso, «el Francés» entiende la importancia de certámenes como la Feria de Artesanía de Castilla-La Mancha (Farcama), «que está muy bien para la gente que está empezando, para dar a conocer su trabajo».
Recuerda que Farcama se celebra este año del 10 al 15 de octubre en el Paseo de la Vega y en el Hospital de Tavera (para las actividades y las exposiciones), en Toledo, y se abre desde las 11 de la mañana y hasta las nueve de la noche, en horario ininterrumpido. Una feria que es una referencia en el sector artesano y que está consolidada después de 41 años sin faltar con el público. Las últimas ediciones, por ejemplo, superó los 100.000 visitantes y con un elevado volumen de negocio, como así expresó la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco.
Y recalcó que la apuesta del Gobierno regional era mantener el compromiso adquirido con el sector de continuar tanto con el emplazamiento como con la gratuidad de la feria.
Legado Artesano, para que la artesanía de Castilla-La Mancha sea inconfundible
La artesanía… Pura tradición. Que en Castilla-La Mancha ha perdurado a lo largo de los siglos. Trabajos manuales llevados a la excelencia. Un legado que guarda oficios y técnicas ancestrales. Una rica herencia cultural ensalzada a la máxima potencia con la marca Legado Artesano, el sello con el que Castilla-La Mancha quiere que su artesanía sea inconfundible.
Una marca que impulsó el Gobierno de Castilla-La Mancha para llevar a la artesanía al grado máximo de excelencia.
Distinción con la que se quiere expresar y dar a conocer que la región es una cuna de los mejores artesanos del país. Porque Castilla-La Mancha guarda oficios y técnicas ancestrales que llegan hasta nuestros días y forman una rica herencia cultural que nos identifica y proyecta al exterior, donde han sido reconocidos muchos de nuestros artesanos.
¿Artesanía o producto prefabricado? «Son parecidos, no iguales»
¿Artesanía o un producto prefabricado? La gente ya no encuentra el número de artesanos que había hace unos años, «mucha gente compra prefabricados pero, lógicamente, no tienen la misma calidad que un producto artesano. Son parecidos, no iguales, y una tiene un precio un 70% superior porque es artesana».
«El Francés», en pleno trabajo artesano. Foto: forja-artistica.es.
En cuanto al trabajo, «el Francés» no tiene dudas, «trabajo cuando hace falta, pero horas hay que echar, desde luego. La diferencia es que si te gusta tu oficio, como me sucede a mí, lo llevas bien y sigues. Además, me da satisfacciones como cuando los clientes llegan y me dicen que han ido a tal pueblo y al ver una reja han pensado rápidamente que la ha hecho el francés. Porque se nota en los detalles, los acabados, los remachados… cada uno tiene su forma de trabajar, si tienes inquietud…».
Pedro José tiene claro que si volviera atrás «me dedicaría a lo mismo, porque me ha enriquecido mucho y los clientes están muy contentos». Su tienda y taller, de generación en generación, ya tiene más de 100 años de antigüedad, ahí es nada.
Lo dicho, un lujo de artesano…
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