Los primeros 30 días después de la DANA se han centrado en retirar el lodo que inundaba calles y viviendas, recuperar los vehículos atrapados en el barro y poder poner en marcha de nuevo servicios esenciales sin los que le dejaron las fuertes lluvias, como un colegio o un centro de salud.
Este último caso es el de Yunclillos, uno de los pueblos que su propio alcalde, Manuel Zamarreño, denominó como la ‘zona cero’ de la DANA, que se quedó sin atención sanitaria, farmacia, negocios y en el que hasta el edificio del Ayuntamiento se vio muy dañado por las lluvias, por lo que solicitó ayuda especializada para limpiar los devastadores daños de las tormentas.
«Aquí nos quedamos solos, como siempre»
Un mes después, Zamarreño ha lamentado, en declaraciones a la Agencia EFE, que a pesar de que la maquinaria trabaja y se sigue limpiando todo, «cuando se van, aquí nos quedamos solos como siempre».
No obstante, ha explicado que el centro de salud está reubicado de manera temporal en una zona donde había biblioteca y despachos, pero aún está pendiente de la peritación del consorcio de compensación para poder empezar las obras y que la Consejería de Sanidad o el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) -al que le corresponda- tome una determinación en este sentido.
También espera una peritación el consistorio de Yunclillos, otra de las zonas más afectadas en su parte baja, mientras los técnicos elaboran un proyecto para que cuando se reciba la compensación esperada, puedan comenzar a trabajar «cuanto antes».
Yunclillos: la calle principal arrasada, un puente reventado…
El centro del pueblo, que es la calle principal y fue arrasada por las fuertes lluvias, está de igual modo a expensas de la limpieza del arroyo por parte del Confederación Hidrográfica, y el resto de establecimientos afectados como la tienda, los bares, restaurante y cafetería están inmersos en obras en los locales, así como la farmacia fue reubicada también junto a la Atención Primaria.
Lo que sí se ha hecho a lo largo del último mes, según Zamarreño, es retirar «lo gordo» del lodo, pero sin poder hacer aún una limpieza efectiva al cien por cien y necesaria porque aún hay vecinos que siguen sacando barro de sus sótanos y patios, el autobús sigue haciendo parada en la carretera porque no puede entrar el pueblo, hay un puente reventado y parques llenos de barro que no pueden estar abiertos al público infantil.
El ánimo de los habitantes de Yunclillos -municipio de unos 800 habitantes- sigue «cabizbajo», tal y como ha relatado su alcalde, porque ahora es cuando están viendo la realidad de los efectos de la DANA: que todos los vecinos tienen que hacer obras, cambiar suelos y paredes en las que aún siguen saliendo humedades.
Las ayudas… «que vendrán cuando tengan que venir»
Algunos vecinos cuentan con seguro particular y reciben adelantos de las cuantías que les corresponden por los daños, pero los que no tienen seguro deben esperar a las ayudas que «vendrán cuando tengan que venir», ha dicho el regidor.
De momento, no han recibido ninguna ayuda económica y las de la declaración de lo que se llamaba zona catastrófica tardarán en llegar, si bien Zamarreño ha apuntado que está en conversaciones con la Diputación de Toledo, que está en plena elaboración de las bases para la partida especial que va a destinar a los municipios afectados por la DANA.
«De normalidad, nada», ha concluido el alcalde de Yunclillos, porque después de un mes «no se ha recuperado nada» a excepción de la Atención Primaria porque ha sido reubicada en otro espacio.
Y todo ello, ha añadido, con el temor de que puedan producirse de nuevo fuertes lluvias o meteorología adversa, ante lo cual ha decidido levantar toda la canalización del arroyo que estaba tapada y dejarlo al descubierto para «si vienen otras lluvias, intentar que no joda un poco más».
Magán, «está costando conseguir maquinaria», dice el alcalde
Tampoco ha logrado recuperar cierta normalidad la localidad toledana de Magán, en la que hasta ahora se han afanado por quitar el lodo y por recuperar el colegio para que los niños pudieran empezar el curso escolar, si bien la guardería sigue en obras y su alcalde, José Luis Martínez, confía en poder abrirla en un plazo aproximado de 15 días.
Mientras tanto, los niños son atendidos en el antiguo centro de salud del municipio y las labores de retirada de lodo continúan y, según Martínez, «está costando conseguir maquinaria» para sacar todo el agua y barro de las calles.
«No puedo gastar más si no me ayudan, no voy a arruinar a mi pueblo»
«De normalidad todavía no tenemos nada», ha incidido el regidor de Magán en declaraciones a EFE, ya que tanto el pabellón como el campo de fútbol y los parques todavía no se han tocado y siguen limpiando calles, sacando barro y «haciendo lo que se puede», ha recalcado.
Junto a Mocejón, Martínez ha subrayado que Magán fue de los pueblos más perjudicados por la DANA y en cuyas acciones de urgencia el Ayuntamiento ya ha gastado 500.000 euros.
Sin embargo, la limitación presupuestaria de la Administración municipal es evidente y por eso su alcalde ha manifestado: «Yo no puedo gastar más si no me ayudan, no voy a arruinar a mi pueblo, lo tengo muy claro».
En este sentido, se ha quejado de que la declaración de zona catastrófica de Magán todavía no haya sido publicada ni en el Boletín Oficial del Estado (BOE) pese a los daños sufridos, más de 400 viviendas afectadas y muchos servicios que aún no han podido restablecerse.