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miércoles, 27 de noviembre de 2024
NIÑOS GRITANDO CON SUS PADRES "¡QUE TE VOTE TXAPOTE"! - 13 octubre 2023 - Madrid
Agustín Yanel Agustín Yanel

Que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, reciba una sonora pitada de abucheos y silbidos en un acto público por parte de ciudadanos descontentos con su gestión es algo que va en su sueldo. Pero que le griten «¡que te vote Txapote!», en referencia a ese miembro de ETA, es una repugnante ofensa a las víctimas del terrorismo. Y que lo hagan en los actos del Día de la Fiesta Nacional, del que no deben apropiarse como si les perteneciera en exclusiva, es una falta de respeto y un desprecio a la democracia. Las críticas hay que expresarlas, sí, pero con argumentos serios cuando y donde corresponda.

El 12 de octubre, cuando Pedro Sánchez llegó al desfile de la Fiesta Nacional fue recibido por una parte del público con gritos de «¡que te vote Txapote!», en referencia a Francisco Javier García Gaztelu, exdirigente de ETA condenado por los asesinatos de Miguel Ángel Blanco, Gregorio Ordóñez y una docena más. Una de sus condenas es por haber ordenado el atentado de agosto de 2000 contra el cuartel de la Guardia Civil de Sallent de Gállego (Huesca) en el que murieron los agentes Irene Fernández Perera y José Ángel de Jesús Encinas, este último natural de Talavera de la Reina (Toledo).


Gritos de «¡Puigdemont a prisión!» y «¡Perro Sánchez, dimisión!»

Cuando finalizó el desfile, mientras Pedro Sánchez se despedía de los Reyes y la princesa Leonor, arreciaron ese y otros gritos: «¡Puigdemont a prisión!», «¡Perro Sánchez, dimisión!», «¡Pedro Sánchez, sinvergüenza!», «¡Pedro Sánchez, dimisión!», «¡Gobierno, dimisión!»… También se escuchó algún insulto.

El partido de ultraderecha Vox empezó a utilizar esa frase hace más de un año. Pero fue más empleada después de que, en febrero de este año, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la pronunciara durante su intervención en una sesión de control a su Gobierno en la Asamblea regional.

Posteriormente, en la campaña electoral del pasado 23 de julio, sectores de la derecha utilizaron ese grito contra Pedro Sánchez. Miembros de Nuevas Generaciones, las juventudes del PP, se fotografiaron luciendo camisetas de color azul con esa frase en el pecho, y simpatizantes del partido acudieron a mítines de Alberto Núñez Feijóo y de otros dirigentes populares también con esa prenda. Es conveniente recordar estos antecedentes.

Las víctimas del terrorismo exigen que no las utilicen en la pelea política

Familiares de víctimas del terrorismo han pedido desde el primer momento que no se les utilice en la pelea política contra el partido adversario, pero no les han hecho caso. La presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), Consuelo Ordóñez -hermana del concejal del PP Gregorio Ordóñez, asesinado por Txapote, ha vuelto a pedirlo tras los gritos lanzados durante la Fiesta Nacional. «Quienes siguen entonando ese doloroso y repugnante eslogan lo hacen a sabiendas del dolor que nos causa. Las víctimas de Txapote es lo último que les importa, ni siquiera saben sus nombres. Pero qué vamos a esperar con el ejemplo que reciben de algunos de sus líderes políticos», ha dicho en la red social X (antes Twitter).

Quienes siguieran el desfile del 12 de octubre por televisión verían a niños que también gritaban entre risas «¡que te vote Txapote!», «¡Pedro Sánchez, dimisión!» y «¡Puigdemont a prisión!». ¿Qué pretenderán sus padres al llevarles a esos actos no para disfrutar del desfile y la fiesta sino para vociferar contra el presidente del Gobierno en funciones? ¿No han pensado en lo negativo que es para sus hijos inculcarles desde niños el odio hacia alguien, aunque sea hacia un dirigente político que ellos rechazan, en vez de ir enseñándoles a ser críticos pero con argumentos serios?

El 12 de octubre se repitió lo que algunos energúmenos -no merecen otro nombre- hacen en todas las manifestaciones públicas: dificultar o impedir el trabajo de los periodistas de las televisiones que retransmiten los actos, situándose frente a las cámaras y gritando todo lo que se les ocurre. ¿Aceptarían ellos que un grupo de personas les rodeara en su trabajo gritando y ondeando banderas? Son tan descerebrados que no piensan que la información es un derecho fundamental de toda la ciudadanía y que esos profesionales son los mediadores para que ese derecho se cumpla. ¡Dejen en paz a los cámaras y redactores de las televisiones para que puedan hacer correctamente su trabajo, en beneficio de la ciudadanía!

Habrá quien diga que gritar contra el presidente del Gobierno o frente a las cámaras de las televisiones forma parte de la libertad de expresión. Pero ese derecho, fundamental en una democracia, hay que ejercerlo respetando a las víctimas del terrorismo y respetando el trabajo de los periodistas, precisamente porque existe el derecho a la información de la ciudadanía.

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