El 16 de octubre de 1998 nació la Biblioteca de Castilla-La Mancha tras una decisión valiente que consiguió ubicar este oasis cultural en un lugar que hasta ese momento estaba reservado al ámbito militar, el Alcázar de Toledo. 25 años después, la Biblioteca se ha convertido en un referente, en un punto de encuentro para «todos y de todos» que se expande mucho más lejos de las hojas de los libros: fue pionera en la inclusión de las comunicaciones por Internet, organiza actividades como muestras de teatro, investiga sobre el inmenso archivo que ostenta y, sobre todo, apuesta por una sociedad libre, culta y concienciada. Y lectora, claro.
Para celebrar este 25 aniversario, el centro ha organizado un acto simbólico de entrega de once carnés de «Socios y Socias de Honor» a once personas, instituciones y colectivos que han fortalecido la carrera de esta institución por su 25 aniversario. El salón de actos, lleno a rebosar, ha sido el lugar elegido para celebrar este cumpleaños por todo lo alto y que ha contado con la presencia de José María Pérez «Peridis», uno de los ideólogos del centro que hoy conocemos a través no de sus dibujos, sino de sus planos como uno de los arquitectos que pensaron, pese a todas las dificultades (políticas, arquitectónicas), que el centro tenía su hueco en el Alcázar de Toledo. «Este edificio tenía una problemática, que estaba ocupado y había que poner la Biblioteca en la planta libre. Había que ver si cabía», echaba la vista atrás Peridis. Y cupo.
📸 Fotos | El acto de la Biblioteca de Castilla-La Mancha por su 25 aniversario
«La luz que viene de lo alto»
«El deseo de la Biblioteca es llegar a ser útil, inclusiva, sostenible, accesible, abierta y participativa», ha expresado su directora, María Dolores Cristóbal, que ha conducido el acto, guiado por el hilo conductor de la entrega de los carnés de «Socios y Socias de Honor» a entidades como Down Toledo, a fieles usuarios como Julián Aceña o a bibliotecarios y bibliotecarias como María Teresa González Marín o Paloma Raso Notario.
A su vez, el consejero de Educación, Cultura y Deportes de la Junta de Castilla-La Mancha, Amador Pastor, sentado en la mesa junto a Cristóbal y Peridis, ha recordado la importancia de los recursos públicos como las bibliotecas para «vertebrar el territorio» y convertir lo «amenazante en sugerente, ilusionante, apasionante». «En pleno siglo XXI, hemos conseguido que sean (las bibliotecas) un recurso inclusivo para todos y de todos. Da igual la raza, el color, la edad, el sexo o el género, da igual todo, las puertas están abiertas para todos», pronunciaba Pastor, que ha pronunciado un discurso en el que se ha mostrado especialmente emocionado por celebrar este acto.
En todo este periplo democrático – se acaban de cumplir los 40 años del Estatuto de Autonomía de CLM – las bibliotecas se han expandido por la región hasta alcanzar los más de 450 centros de lectura en toda la región. Solo en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, han pasado 6,3 millones de visitantes en sus 25 años de vida, con unos 47.000 fieles socios que han confiado en el recurso para leer un libro, alquilar una revista o acudir a una actividad. La región alberga el mayor número de bibliotecas por habitante de toda España. «Queremos que toda la ciudadanía tenga accesible el préstamo bibliotecario para generar almas lectoras», subrayada el consejero Pastor.
Peridis, el maestro invitado, ha simbolizado en una reflexión lo que simboliza la Biblioteca, parafraseando tanto a García Lorca como a Rilke. «La mayor alegría que nos llevamos fue cuando miramos a la Biblioteca de noche y había luz. Estaba iluminada. Me acordé de esa frase de Lorca, de Rilke, decía que ‘los artistas enseñan a los niños que la luz viene de lo alto’. Eso era la Biblioteca». Eso es la Biblioteca de Castilla-La Mancha, una luz que ilumina la región con la fuerza suficiente para derribar las barreras mentales, sociales, económicas, de acceso a la cultura.