640.000 personas es solo un número. Un dato que refleja esa cara de la sociedad castellanomanchega más difícil de asumir: las personas en riesgo de pobreza y exclusión social. Es decir, casi 1 de cada 3 personas de la región están en una situación de dificultad que va más allá de lo puramente económico, afecta a las condiciones de vida y que expone una realidad latente: tener un trabajo no significa tener unas condiciones de vida dignas. Asumir el coste de la vivienda o tener carencias materiales severas (no poder hacer frente a un imprevisto o no poder comprar carne) son un reflejo de que la tasa de pobreza es una realidad patente, medible y reversible.
Ese dato, que contabiliza el año 2022, es que el que revela el último Informe El Estado de la Pobreza: Seguimiento de los Indicadores de la Agenda 2030 (2015-2022), elaborado por la organización, la Red Europea de Lucha Contra la Pobreza y Exclusión Social (EAPN-CLM). La organización ha presentado los resultados de un estudio que se realiza en cada comunidad autónoma de España utilizando los mismos criterios para todos, al hilo de lo que marcan los parámetros de la UE. Adolfo Patón, presidente de EAPN- Castilla-La Mancha (Red Europea de Lucha Contra la Pobreza y Exclusión Social), ha destacado que este informe es un «reflejo de nuestra propia sociedad que nos permite, por otro lado, evitar el negacionismo de la pobreza. Es de importancia mayúscula, superlativos, poder reflejar con datos lo que es la vulnerabilidad social, poner la pobreza delante de nuestros ojos y manifestando que existe y que hay soluciones para ir acabando con ella».
En comparación con el resto de España, la situación de riesgo pobreza en Castilla-La Mancha es más alta que la media, pese a que hay una mejora en los índices en todos los sentidos. «La desigualdad de base territorial es grande, enorme. Publicamos un mapa donde España se divide por la mitad. En el norte están en la media europea de tasa de pobreza, en el sur, no», se expresaba Juan Carlos Llano, sociólogo que ha elaborado este informe para EAPN. Del mismo modo, las diferencias entre hombres y mujeres son también grandes – hay casi un 2% más de mujeres que hombres pobres en CLM, (un 27% frente a un 25,2%) -, al igual que las distancias entre lo rural y lo urbano, donde la tasa aumenta en las ciudades. A su vez, la tasa de pobreza y exclusión social infantil es de casi el 40% (38,9%), la más alta de todos los registros de edad.
Uno de cada seis trabajadores son pobres en Castilla-La Mancha
Pese a que el dato de personas en riesgo de pobreza afecta a un tercio de los castellanomanchegos, la tasa se ha reducido. En 2022, la tasa ha descendido ligeramente con respecto a 2021 (-0,9 puntos) y algunos indicadores que también muestran esa mejora como que la mitad de la población de Castilla-La Mancha(49,9%) tiene dificultades para llegar a fin de mes: es la tasa más baja de la serie histórica, pese a todo lo que conlleva.
Adentrándonos en el informe, encontramos que una de cada seis personas que tienen un trabajo en Castilla-La Mancha son pobres. A la vez, unos 535.000 castellanomanchegos viven con menos de 840 euros al mes, lo que expone que el trabajo no asegura salir de la pobreza. «Hay personas con empleo que son pobres, hay personas pobres que tienen empleo, Luchar contra la pobreza es hacerlo contra el desempleo, pero no es suficiente», ha expuesto el sociólogo Llano, que ha ofrecido una explicación pormenorizada de cada una de las realidades que se esconden tras esos datos impersonales.
La capacidad para afrontar el pago de una vivienda es otro de esos indicadores que muestran la realidad tras el dato. Casi una de cada cinco personas no puede calentar su casa en invierno (un 6% más que en 2021) y más de un tercio de los castellanomanchegos no puede cubrir un imprevisto de 800 euros, otro indicador que aumenta en 2022 con respecto al 2021 (+1%).
«La pobreza es cara, cuesta mucho dinero ser pobre»
Paradójicamente, ha recalcado Llano, «la pobreza es cara, cuesta mucho dinero ser pobre», exponiendo, por ejemplo, que asumir el coste de un alquiler es ahora mucho más caro que hacer frente a una hipoteca, inalcanzable para muchas personas en la región. La situación de pobreza o riesgo de pobreza no se expone a la luz, pero sí se mide y se padece. Por eso, desde EAPN-CLM proponen una seria de líneas maestras para revertir una situación que afecta a uno de cada tres castellanomanchegos.
Las propuestas se enmarcan en alcanzar un «Pacto Regional por la Inclusión Social y Contra la Pobreza» que abarque a todos los organismos locales, provinciales y autonómicos para conseguir «una convergencia en políticas y acciones clave» para que se tomen medidas tanto «estructurales como prácticas, todas medible y de impacto evaluable, que tengan como fin la erradicación de la pobreza». La clave para EAPN, está en expandir la mirada mucho más allá de los datos de pobreza e implementar medidas mucho más amplias. «La pobreza no es un fenómeno», ha advertido LLano, » no es una lluvia, tiene causas estructurales, consecuencias. Se puede cambiar, reducir e intentamos presionar a los gobiernos para que eso pase. Hay políticas que reducen la pobreza y otras que no», recuerda el sociólogo.