El Museo del Ejército, ubicado en el Alcázar de Toledo, ha organizado la exposición «Las armas del Greco» en el marco de la celebración del Año Greco, en la que mostrará el mundo de la armería histórica, su representación en la pintura y su presencia en los cuadros del pintor cretense.
La muestra se exhibirá entre el 2 de septiembre y el 28 de octubre en las dependencias del Alcázar de Toledo, e irá acompañada de actividades paralelas como conferencias, conciertos, actividades para niños y una exhibición de esgrima antigua, según ha dado a conocer en rueda de prensa el general Juan Valentín-Gamazo, director del Museo del Ejército.
Con su organización, el Museo del Ejército podrá sacar a la luz parte de sus fondos, que incluyen una de las mejores colecciones de armería de España y posibilitará a los visitantes ver armaduras, montantes, alabardas, dagas y todo un conjunto de armas del siglo XVI que el Greco plasmó en sus cuadros.
Va a estar constituida por un centenar de piezas, entre ellas 76 armas originales fabricadas entre los años 1520 y 1620, 15 cuadros del propio pintor cretense y de otros artistas y cuatro libros manuales de esgrima y de artillería de la época.
El comisario de la exposición, Germán Dueñas, ha precisado que en la muestra no se aborda la obra del Greco en su faceta artística propiamente dicha, sino que el objetivo es complementar al resto de actividades que se están desarrollando en el Año Greco.
En este sentido, ha destacado que es novedosa porque aborda una parte de la iconografía de la pintura en general y de la obra del Greco que prácticamente no se ha tocado y que pasa desapercibida incluso para la mayoría de los especialistas.
Dueñas ha informado que la exposición está dividida en tres grandes bloques, el primero sobre la presencia de las armas en la sociedad de la época, un segundo bloque sobre la representación de las armas en la historia de la pintura y el tercero sobre las imágenes de los cuadros del Greco en los que aparecen armas.
En este tercer bloque, junto a los cuadros se expondrán armas contextualizadas procedentes de los fondos del Museo del Ejército, muchas de ellas restauradas para la ocasión y que en muchos casos son unas obras de arte en sí mismas.
Se explicará a los visitantes por qué aparecen en los cuadros, qué importancia tenían para la sociedad del momento y sobre todo por qué el pintor las representa en sus obras.
Por ejemplo, en el cuadro «La legión tebana», al desconocer que arma usaban las legiones romanas, el Greco recurrió a un arma tan interesante como una espada jineta-nazarí, que tiene una cronología y origen diferente.
En la muestra podrá verse una de las dos espadas jineta-nazarí que tiene el Museo del Ejército, el único museo que posee dos armas de este tipo de las 14 o 15 que se conservan en todo el mundo.
Otro de los objetivos es mostrar el concepto que existía de las armas en la época del Greco, que a estaban muy presentes en la sociedad del siglo XVI, no solamente en su faceta bélica, sino porque tenían una gran importancia en el mundo civil (todo el mundo cazaba por necesidad y por negocio) y como parte consustancial de la vida diaria de los toledanos y los españoles, ha aclarado Dueñas.
Ha añadido que, en general, todos tenían armas en sus casas, para cazar, para su propia autodefensa y como ornato, ya que un hidalgo de finales del siglo XVI «daba más importancia a su espada que a cualquier otra parte de su indumentaria».
Así, aspectos como la calidad y la decoración de la empuñadura de la espada, decían mucho de la importancia y el rango social de su portador.
El mejor ejemplo es el del cuadro del «Caballero de la mano en el pecho», que según Dueñas no se puede interpretar en toda su dimensión sin tener en cuenta que la espada ocupa un sitio prominente y protagonista, acorde con el estatus del representado.
Asimismo, ha subrayado que en la segunda mitad del siglo XVI Toledo era el principal centro productor mundial de hojas de espada para espadería civil, a las que recurrían los reyes de la época cuando querían hacer regalos institucionales.
La exposición contará con obras del pintor cretense y de su escuela, procedentes de otras instituciones como el Museo del Greco y el Museo de Santa Cruz, entre ellas una copia del «Entierro del señor de Orgaz» del pintor húngaro Thomas Malonyai, que ha sido restaurada para ser exhibida en el Museo del Ejército.