lunes, 25 de noviembre de 2024
Artículo de opinión 31/07/2014junio 9th, 2017

«Ser una sociedad libre pasa obligatoriamente por ser una sociedad informada. Sin información no hay libertad, y este es un principio tan inmutable como que el sol sale todos los días, aunque a veces no lo veamos.

Pero al igual que la libertad, la información se gana día a día, y al igual que la libertad siempre hay quien está dispuesto a robárnosla.


Ahora ha vuelto a la actualidad informativa el «control» público de los medios de información, incluidos los privados, y desde la postura de defensora de la libertad, no puedo estar más en desacuerdo. Los medios de información, tanto privados como públicos no pueden tener más límite que la ética profesional de los periodistas. Ni los poderes públicos, ni los poderes empresariales, hemos de interferir en las decisiones informativas. No olvidemos que los auténticos sujetos de la libertad de información no son los periodistas, sino que son los ciudadanos, a los que se debe proporcionar una información rigurosa, veraz, plural e independiente.

Y vaya como ejemplo práctico la situación de la televisión local de Alcázar de San Juan, cuya directora es, además, miembro de la Ejecutiva Local del Partido Popular, de la que es Secretaria del Área de Comunicación. La mayor parte del pueblo habrá visto en un video la alegría y el alborozo con que esta señora daba saltos la noche de las elecciones municipales de 2011, y seguramente no fuese porque ganase el Partido Popular, que no ganó, sino porque al no obtener el PSOE mayoría absoluta, un acuerdo de intereses entre Partido Popular y Ángel Montealegre lo desbancase del gobierno, como así ocurrió e hizó lo correcto alegrándose lo que para ella era una alegría, ahora bien no es normal que esa misma señora sea la que ahora decide previamente que información reciben los alcazareños, y que a todos nos dé la sensación de que no lo hace con criterios profesionales, sino políticos, y todo bajo la supervisión del concejal de medios de Comunicación, Ángel Montealegre. ¿Es la nueva comisaria política de la televisión pública local esta señora? (Antes lo fue un correligionario del señor Montealegre )

Éste es el comisariado político que decide las noticias que se van a cubrir y los programas que se van a emitir, y no lo hacen en función de la realidad informativa local y ni de los hechos, sino en función única y exclusivamente de intereses políticos y partidistas. De ahí que apenas cubran actos, no ya del partido de la oposición, que intentan dar la sensación de que no existimos, ni de otros partidos políticos de Alcázar, sino de asociaciones y plataformas que no opinan igual que el gobierno, o que ponen de manifiesto su oposición a las actuales políticas de recortes y privatizaciones. Cualquier noticia que ponga de manifiesto la desastrosa gestión de este des-gobierno formado por el tándem, Ortega-Montealegre y/o Montealegre-Ortega es sistemáticamente silenciada y ninguneada.

Pero esta realidad es todavía más sangrante en el caso de la televisión regional, cuya manipulación ha sido denunciada por los trabajadores y refrendada por asociaciones profesionales de periodistas.

No voy a entrar si comportamientos así rompen la ética profesional, incluso la no profesional, porque los aludidos sabrán si alguna vez la tuvieron, y de ser así, donde la pueden haber dejado olvidada, pero si voy a entrar en que incumplen de manera clara y reiterada la obligación que conlleva el ejercicio de su profesión, obligación que es hacia los ciudadanos, y que no es otra que dar información veraz, plural e independiente.

Es comprensible que para dar noticias positivas de los gobiernos de Cospedal y Ortega tengan que recurrir a la inventiva y/o a la imaginación, pero su obligación es plasmar los hechos, no inventárselos ni acallar aquello que no interese al partido, a su partido.

Los medios de comunicación deben reflejar la realidad, y es a los políticos a los que nos corresponde crear y modificar esa realidad, y no presionar a los medios para que lo cuenten de una determinada forma que nos sea favorable o directamente se la inventen. No por muy repetido deja de ser menos cierto que los periodistas y los medios sólo deben ser notarios de los hechos, dejar constancia de los mismos, y si a los políticos no nos gusta lo que vemos, debemos cambiarlo, y no presionar al mensajero para que describa lo que queremos.

Resulta cuando menos curioso que todos aquellos que hace muy poco tiempo recurrían a la defensa de la Constitución para justificar la sucesión en la Jefatura del Estado, la olviden cuando se trata de defender derechos fundamentales, como el derecho a comunicar o recibir libremente una información veraz, que recoge el artículo 20, y que en el caso de los medios públicos debe además reflejar el pluralismo de la sociedad.

Para finalizar, no es necesario establecer un control de los poderes públicos sobre los medios de comunicación, como algún dirigente político ha propuesto, sino todo lo contrario, debemos dejarles libertad; a los públicos dejando libertad de acción a sus profesionales, sin someterles a directrices políticas, y manteniendo el deber de información de gestión ante los plenos municipales con asistencia de los ciudadanos, que es una obligación que existe en la actualidad, aunque no se practique; y respecto a los medios privados, tanto tradicionales como digitales, se deben establecer criterios previos, transparentes y objetivos para el reparto de la publicidad institucional, y que ésta no se convierta en un arma de presión sobre los profesionales, que se abandone la práctica de dar más publicidad a quien mejor me trata y menos a quien peor me cae.

Señora Cospedal,… Señor Ortega,… Señor Montealegre…, señores de la derecha, sin información no hay libertad. Si nos siguen adornando, maquillando y escondiendo la información nos dan a entender que quieren quitarnos la libertad. ¡Y con la libertad no se juega!».

Rosa Melchor es secretaria general del PSOE de Alcázar de San Juan.

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