El Gobierno de Castilla-La Mancha no cree que la polémica surgida entre la patronal toledana Federo y CCOO Toledo haga que se resienta el buen clima del diálogo social en la región, apelando a todos los acuerdos que se han llegado entre Ejecutivo, empresarios y sindicatos.
«Me van a permitir que me agarre y ponga en valor el amplio acuerdo en que hay a nivel regional, más allá de algunas declaraciones, que se terminarán limando, entre las organizaciones empresariales, sindicales y el Gobierno», ha subrayado la consejera portavoz, Esther Padilla, quien ha querido destacar el «gran diálogo» existente entre todos ellos.
Todo ello después de que Fedeto haya decidido no sentarse más a negocial con el secretario general de CCO Toledo, Federico Pérez, quien dijo al presidente de la patronal toledana, Javier de Antonio, que tenía un discurso «populista, tóxico y de extrema derecha», cuando se refirió a que había una parte de la sociedad que prefería ser «mantenida» y vivir de las ayudas.
Unas declaraciones que de Antonio las hizo valorando el plan de empleo, aunque no referidas a él concretamente, pero en el que sí que pidió que se incrementasen las cuantías destinadas a contrataciones en empresas, no solo en administraciones locales.
El secretario general de Fedeto, Manuel Madruga, ha explicado en una rueda de prensa esta mañana que no se sentará más a negociar con Pérez por su «violencia verbal» y «amenazas».
Padilla defiende que los planes de empleo son «una oportunidad»
Sobre todas estas declaraciones, Padilla ha insistido en que los planes de empleo son «una oportunidad de empleo» que ya ha beneficiado a más de 76.000 personas en los últimos años. Además, ha recordado que esos planes están acordados tanto con sindicatos como con la patronal.
«Lejos de ayudas sociales, lo que hacemos es ayudar desde el punto de vista de las oportunidades, que no critican ni las organizaciones empresariales ni los sindicatos, si una persona hace a nivel individual esas declaraciones, sus compañeros le harán ver que no es así», ha subrayado, mostrándose en contra también del discurso de «las paguitas».