Las Labores de Lagartera ya son Bien de Interés Cultural de Castilla-La Mancha, tal y como ha decidido el Consejo de Gobierno. De este modo, este oficio y sus producciones textiles figurarán dentro de la categoría de Bien Inmaterial.
Esta declaración supone «el reconocimiento del valor patrimonial de una manifestación cultural singular, como es este conjunto de procesos textiles con siglos de tradición en nuestra Comunidad Autónoma y, en concreto, en la provincia de Toledo», como ha explicado Esther Padilla, portavoz de la Junta de Castilla-La Mancha. De este modo, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha registrado este BIC para que «puede mantenerse vivo a través de generaciones implicadas en que así sea».
Con esta declaración, la Junta ofrece una protección jurídica y de salvaguarda de este bien inmaterial.
«La seña de identidad de todo un pueblo»
Las Labores de Lagartera representan «la seña de identidad de todo un pueblo», además de la «dinamización económica, en la que las mujeres han tenido un papel protagonista», ha declarado la portavoz de la Junta.
Esta técnica ancestral no tiene fijada una fecha de origen, sino que «seguramente eran practicadas desde época medieval», ha subrayado Padilla. Además, ha detallado que, es a partir del siglo XVI cuando existen puntuales referencias documentales como las que vinculan a la Condesa de Orgaz con tres mujeres lagarteranas o las que se recogen en el tomo VII de la obra «Demasías en el vestir u en el comer», de Fray Fernando de Talavera, confesor de los Reyes Católicos.