«Valor es lo que se necesita para levantarse y hablar; pero también es lo que se requiere para sentarse y escuchar», Winston Churchill. Sin pretender que nadie se quede sentado, sí es mi pretensión que todos los lectores de este artículo de opinión escuchen, o más bien tendría que decir lean y no precisamente entre líneas, porque yo suelo ser muy clara, para que puedan juzgar/opinar por sí mismos (en eso consiste la libertad) en relación con una historia que bien podría arrancar con el preliminar «de los dichos a los hechos».
Todavía recuerdo aquel 5 de septiembre de 2005, pleno en las Cortes de Castilla-La Mancha en el que se debatía y votaba el dictamen emitido por la Comisión de Investigación sobre el trágico Incendio de Guadalajara que acabó con la vida de 11 personas y arrasó cerca de 13.000 hectáreas. En dicho pleno el entonces presidente, José María Barreda, del Partido Socialista, asumía el compromiso de construir un Parador Nacional en el Señorío de Molina. Siete meses después, en abril del año 2006, llegó la presentación del proyecto, de nuevo presentes Barreda y, además, el entonces Secretario General de Turismo. Por entonces, se afirmaba que el parador estaría terminado en el año 2010. Y así fue, claro que lo que no nos habían dicho es que lo que iba a estar terminado en el año 2010, no iba a ser el Parador propiamente dicho, sino la «maqueta del Parador», a cuya presentación, el 28 de mayo de 2010, acudió de nuevo el todavía presidente del Gobierno regional socialista, el señor Barreda.
Cinco años y tan solo una maqueta. Ejemplo de gestión eficaz precisamente no se puede decir que sea, y de compromisos cumplidos con Molina y su comarca, tampoco. Eso sin entrar en más detalles en relación con una comarca abandonada, digo bien, «abandonada» durante 28 años de gobiernos socialistas, de los que muchos de los que ahora se colocan a la cabeza de una manifestación han sido testigos, digo más, han sido incluso cómplices por permitirlo y guardar un silencio inexplicable.
Continuando con la historia del Parador de Molina, a un año vista de las elecciones municipales y autonómicas, algún conejo de la chistera se tenían que sacar, y claro que salió. Así se anuncia que el Parador de Molina iba a disponer de un millón de euros en los Presupuestos del Estado. Pero el millón de euros estaba como el déficit que estamos pagando ahora todos los molineses y españoles, escondido, tanto que no apareció. Difícil explicación y justificación, ya no llevo la cuenta de en qué …sima vez nos encontramos, ante los molineses. Pero la hubo de nuevo, se aproximaban unas elecciones generales y, así, en agosto de 2011, se publicaba en los medios que el Consejo de Ministros había autorizado la encomienda a la sociedad estatal Tragsa para el inicio de la construcción del Parador Nacional de Turismo en Molina, con una inversión de 29,7 millones de euros. ¡Qué curioso!, se anuncia el comienzo de las obras sin consignación presupuestaria, una nueva tomadura de pelo que culminó con la desfachatez de quien el 14 de septiembre de 2011, el secretario general de turismo del Gobierno de Zapatero, Joan Mesquida, llega a Molina, otra vez más, ahora a colocar ¡¡¡la primera piedra!!! Después de 6 años y medio, vienen a colocar la primera piedra, y retrasan su inauguración hasta el 2014.
Este era el proyecto que tenía para Molina el Partido Socialista, de Molina, de la provincia de Guadalajara, de Castilla-La Mancha y de España: 7 años de engaños y mentiras, y 9 años para la ejecución de esta infraestructura, según las previsiones iniciales, todo hay que decirlo, vamos, que podían ser muchos más.
Después de 7 años, sólo una maqueta, una o dos primeras piedras, según se mire, y ni un sólo céntimo de euro para su construcción. El paraje donde se iba a construir seguía siendo un solar.
En mayo de 2011 gana las elecciones en Castilla-La Mancha María Dolores de Cospedal, y en España, Mariano Rajoy. En abril de 2012, tras la reunión de la presidenta regional con el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, se afirma que la construcción del Parador de Molina es una prioridad para el Gobierno de España. Y, desde el primer momento, y sin ocultar nada a nadie, se plantea la modificación del proyecto inicial, un proyecto en el que se ha venido trabajando durante estos años, buscando al mismo tiempo la financiación del mismo. Y así, en el Consejo de Ministros de 1 de agosto de 2014, conocemos el anuncio de la encomienda a Tragsa para adaptarla al nuevo proyecto, y de la aprobación de cerca de 20 millones de euros para el Parador Nacional de Turismo de Molina de Aragón.
Esto no son dichos, son hechos, ya que nunca, jamás, tuvo el Parador dinero para su construcción, lo que también es un hecho. No tenía yo ninguna duda de que así iba a ser, porque conozco a María Dolores Cospedal, comprometida con este proyecto y con esta tierra desde el primer momento, y he de decir que con toda seguridad, si hoy puedo hablar como lo hago, es gracias a ella y a su empeño.
A partir de aquí podemos decir lo que queramos, que sabios y para opiniones faltan colores, hasta podemos seguir en la disyuntiva propia de la época en la que el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne llegó a Molina con el primer proyecto de parador debajo del brazo y el séquito municipal que le acompañaba cuestionó para qué un parador si ya había varios fondos y se iban a quedar sin negocio.
Ahora hay quien sigue en esta disyuntiva, que si una casa rural, incluso albergue lo han llegado a calificar, que le va a quitar el negocio a otras casas rurales, y un largo etcétera de calificaciones que no voy a perder el tiempo en valorar ni calificar. Como tampoco voy a calificar el hecho de que se critique hasta el Consejo de Ministros en el que se ha aprobado la adaptación de la encomienda y el presupuesto, en el mes de agosto, y dicen algunos que con premeditación y alevosía, ¡Pero hombre, cómo pueden decir eso si en agosto es cuando más gente hay en Molina y en los pueblos de su Comarca!.
Que cada cual se haga su propia idea y saque su propia conclusión, que para eso somos libres y las opiniones son de cada uno, pero lo cierto y verdad es que hemos pasado de los dichos y promesas incumplidas, a los hechos, a la realidad de un proyecto que tiene presupuesto (que nunca antes lo tuvo); A la inversión más importante que se haya acometido nunca, de una sola vez, en la comarca de Molina de Aragón; A poder decir que tenemos la suerte, sí , digo la suerte, de poder ser, junto con Muxía, las únicas localidades donde se va a construir un Parador Nacional de Turismo; Y a decir, también alto y claro, que el Parador Nacional de Turismo de Molina de Aragón va a ser, como todos los paradores, motor e impulso de la Comarca de Molina en un sector clave para su futuro, el del turismo.
A partir de aquí, como dice mi amigo Carlos Sanz Establés, podemos seguir discutiendo si son galgos o podencos, pero no si son dichos, porque ya son hechos, por aquello de que «Don sin din…»
Ana Guarinos López, presidenta de la Diputación Provincial de Guadalajara.